Cantidades: 1 o 2 cucharadas de sal por litro de agua.
- Cortar la verdura en trozos (no debe quedar fina ni excesivamente gruesa).
- Poner la verdura en un tarro y añadir agua con sal hasta llenarlo a rebosar.
- Poner un trozo de verdura que haga de tope sobre los demás, para asegurar que toda la verdura va a estar siempre cubierta de líquido.
- Tapar el tarro y colocarlo en un lugar oscuro, a temperatura ambiente.
- Tras varios días el líquido puede salir del tarro, así que debe colocarse encima de un plato.
- Rellenar el tarro con más agua salada si fuese necesario.
- El proceso de fermentación comienza en seguida pero puede llevar varios días (o semanas) hasta que los pickles se puedan comer. Cuando se forma una película blanquecina en la base del tarro significa que ya están listos. Pueden comerse desde ese momento en adelante.
- Una vez abiertos deben conservarse en el frigorífico.
NOTAS:
- Cuanto más tiempo estén fermentando las verduras tendrán un sabor más intenso, pudiendo conservarse de esta forma por meses o incluso años.
- Podemos hacer muchas variedades de pickles en sal: de una única verdura o de varias a la vez. Por ejemplo: zanahorias, coliflor y cebolla, y otras.
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