- Partir la calabaza en trozos medianos y cubrirla con el zumo de manzana.
- Cocer con una pizca de sal durante 15-20 min o hasta que esté tierna.
- Hacer puré y añadir por cada vaso (unos 250ml) una cucharadita de café de copos de agar-agar colmada.
- Dejar cocer unos 10 min hasta que los copos de agar-agar estén bien disueltos.
- Añadir una cucharadita de kuzu diluida en zumo de manzana que no esté caliente por cada medio litro de puré y remover bien hasta que espese el puré un poco más.
- Añadir al puré ralladura de naranja.
- En un molde de tarta poner una base de galletas mojadas en zumo de manzana.
- Verter el puré sobre la base y esperar que cuaje (unas 2h).
- Decorar con una fina capa de miel de arroz la cubierta de la tarta (para darle brillo y dulzor) y con coco rallado y rodajitas de naranja.
lunes, 15 de marzo de 2010
Tarta de calabaza
Ingredientes: calabaza, zumo de manzana, agar-agar, kuzu o arruruz, sal, galletas tipo maría sin azúcar, ralladura de naranja y miel de arroz. Para decoración: coco o almendra picada y rodajas de naranja finitas.
martes, 9 de marzo de 2010
Crema suave de calabaza e hinojo.
Ingredientes: cebolla en medias lunas, calabaza en trozos medianos, hinojo en cuadritos, alga dulse, nata de avena y sal.
- Poner las verduras en una olla tapada con agua que las cubra.
- Cocer a fuego mínimo 20 min.
- Añadir sal, un chorro de nata de avena y una cucharada de alga dulse y cocer 5 min más.
- batir muy fino y servir caliente.
Las algas.
El siguiente artículo, publicado en el número 40 de la revista "Actualidad Ecológica" de la asociación andaluza CAAE, y escrito por nuestra consultora macrobiótica Mati Navas, trata el tema de las algas como recurso culinario de gran valor.
Ver artículo AQUÍ.Espero que les guste.
La sal ¿amiga o enemiga?
"El siguiente artículo, publicado en el número 39 de la revista "Actualidad Ecológica" de la asociación andaluza CAAE, y escrito por nuestra consultora macrobiótica Mati Navas Fernández, desenmascara muchos de los mitos que existen en la cultura popular sobre la sal.
Ver artículo AQUÍ.Espero que les guste.
Equilibrar el peso de forma natural.
martes, 2 de marzo de 2010
¿Cómo integras la macrobiótica en la vida social?
Pregunta: Pienso que la macrobiótica te aisla mucho para mantener relaciones sociales, como si fueras un extraterrestre, pues no conozco a nadie que practique la macrobiótica en mi círculo. Aquí en Andalucía es una verdadera rareza y me imagino que en Sevilla (mi padre es sevillano, ja,ja,ja) ser macrobiótico es poco menos que un pecado (vamos, no me imagino qué haces tú y la gente que acude al Instituto Crisálida en plena Semana Santa, por decir algo, para encontrar qué comer en los bares, cuando todo el mundo anda con el tapeo y el vinito). Yo apenas salgo a comer fuera, porque no encuentro nada en condiciones. Tú, por lo que he leído, has tenido la inmesa suerte de contar con el apoyo de tu madre y quizás tengas amistades que comen igual. Yo tengo que hacer siempre una comida para mí y otra para mi marido y mi hija, y a veces tres, porque mi marido es el polo opuesto a mí: todo carne, marisco, quesos fuertes y vino y nada de verdura ni cereales ni fruta, vamos las antípodas!!!. Bueno, ya no me enrollo más. ¿Cómo lo resuelves tú?
Respuesta: En cuanto a la vida social si que es verdad que es un poco más complicada, por lo general no se ofrecen comidas de calidad en los bares y restaurantes y la mayoría de las veces los amigos se reunen para comer. En fin, mi recomendación es que no hay que ser muy rígidos. Si no hay problemas de salud serios se puede uno saltar la dieta de vez en cuando o hacer un mixto, como llegar a los postres o llevarse la comida y picar un poco de lo otro. En fin, aquí cada uno busca sus soluciones. En mi caso, y como aún no he recuperado mi salud completamente y deseo hacerlo no me lo salto nunca y siempre voy con mi fiambrerita a todos los sitios, así no me pierdo las reuniones y puedo también disfrutar de mis amigos.
Cuando elegimos una opción personal que no comparten la mayoría de las personas de nuestro círculo tenemos que estar preparados para asumir que los demás nos van a tachar de diferentes. Pero no pasa nada, podemos ser diferentes y estar orgullosos de serlos, y quizás con el tiempo marcar tendencias entre nuestras amistades o compartir con ellos las cosas nuevas que hemos aprendido. Esto es siempre así, siempre son sólo algunos los que se atreven al cambio hasta que llega un momento en el que ese cambio se acepta, se ve como normal, se integra y mucha más gente lo elije. Así está sucediendo con las terapias alternativas, los alimentos ecológicos, la no-vacunación de los niños, las cooperativas de consumo responsable, y también con la macrobiótica. Somos parte del cambio a la construcción de un mundo más justo, y más feliz.
Al principio de practicar esta alimentación me sentía muy aislada y rara en este sentido y sufría mucho por esto. Ahora lo he integrado en mi vida, mis amigos ya lo ven como normal, y puedo celebrar reuniones con comida macrobiótica, cumpleaños, y poco a poco, con las clases de cocina que impartimos nos vemos incluidos en un grupo más grande de personas que comparten nuestro estilo de alimentación. Todo es una aventura y cada vez más personas de mi círculo se interesan y hacen cambios saludables en sus hábitos culinarios. Poco a poco.
Por otro lado también creo que es importante la actitud de la persona que practica macrobiótica frente a los demás. Es importante colocarse frente a los otros sin superioridad. Aquí no somos mejores por comer así, es sólo nuestra opción porque a nosotros nos gusta y nos sienta bien, pero no debe haber exigencias frente a los otros, sólo mucho respeto. Cuando me reuno con las amistades a compartir una comida en la que hay de todos los estilos de platos (macro y no macro) entonces me gusta disfrutar de todo, de lo que prepararon los demás aunque bajo mi punto de vista no sea tan equilibrado ni saludable, y alabo las presentaciones y la "buena pinta" de los platos y siempre disfruto de ver a todos disfrutando de una buena reunión. También pruebo la "otra comida" y me gusta que prueben de la mía. Si alguien me pregunta por qué yo no como carne, o lácteos o algo de lo que está en la mesa en ese momento me ahorro las teorías saludables para no estropear el momento de disfrute y siempre digo que el que quiera puede mirar mi blog o se lo contesto en otro momento, pero nunca en la mesa. Este es mi pequeño secreto. Espero haberte ayudado. Un saludo y mucha suerte.
Respuesta: En cuanto a la vida social si que es verdad que es un poco más complicada, por lo general no se ofrecen comidas de calidad en los bares y restaurantes y la mayoría de las veces los amigos se reunen para comer. En fin, mi recomendación es que no hay que ser muy rígidos. Si no hay problemas de salud serios se puede uno saltar la dieta de vez en cuando o hacer un mixto, como llegar a los postres o llevarse la comida y picar un poco de lo otro. En fin, aquí cada uno busca sus soluciones. En mi caso, y como aún no he recuperado mi salud completamente y deseo hacerlo no me lo salto nunca y siempre voy con mi fiambrerita a todos los sitios, así no me pierdo las reuniones y puedo también disfrutar de mis amigos.
Cuando elegimos una opción personal que no comparten la mayoría de las personas de nuestro círculo tenemos que estar preparados para asumir que los demás nos van a tachar de diferentes. Pero no pasa nada, podemos ser diferentes y estar orgullosos de serlos, y quizás con el tiempo marcar tendencias entre nuestras amistades o compartir con ellos las cosas nuevas que hemos aprendido. Esto es siempre así, siempre son sólo algunos los que se atreven al cambio hasta que llega un momento en el que ese cambio se acepta, se ve como normal, se integra y mucha más gente lo elije. Así está sucediendo con las terapias alternativas, los alimentos ecológicos, la no-vacunación de los niños, las cooperativas de consumo responsable, y también con la macrobiótica. Somos parte del cambio a la construcción de un mundo más justo, y más feliz.
Al principio de practicar esta alimentación me sentía muy aislada y rara en este sentido y sufría mucho por esto. Ahora lo he integrado en mi vida, mis amigos ya lo ven como normal, y puedo celebrar reuniones con comida macrobiótica, cumpleaños, y poco a poco, con las clases de cocina que impartimos nos vemos incluidos en un grupo más grande de personas que comparten nuestro estilo de alimentación. Todo es una aventura y cada vez más personas de mi círculo se interesan y hacen cambios saludables en sus hábitos culinarios. Poco a poco.
Por otro lado también creo que es importante la actitud de la persona que practica macrobiótica frente a los demás. Es importante colocarse frente a los otros sin superioridad. Aquí no somos mejores por comer así, es sólo nuestra opción porque a nosotros nos gusta y nos sienta bien, pero no debe haber exigencias frente a los otros, sólo mucho respeto. Cuando me reuno con las amistades a compartir una comida en la que hay de todos los estilos de platos (macro y no macro) entonces me gusta disfrutar de todo, de lo que prepararon los demás aunque bajo mi punto de vista no sea tan equilibrado ni saludable, y alabo las presentaciones y la "buena pinta" de los platos y siempre disfruto de ver a todos disfrutando de una buena reunión. También pruebo la "otra comida" y me gusta que prueben de la mía. Si alguien me pregunta por qué yo no como carne, o lácteos o algo de lo que está en la mesa en ese momento me ahorro las teorías saludables para no estropear el momento de disfrute y siempre digo que el que quiera puede mirar mi blog o se lo contesto en otro momento, pero nunca en la mesa. Este es mi pequeño secreto. Espero haberte ayudado. Un saludo y mucha suerte.
¿Por qué tengo tantos antojos con la comida macrobiótica?
Pregunta: suelo hacer tanto el desayuno como el almuerzo macrobióticos, el desayuno a base de infusión de regaliz o té kukicha y crema de un cereal (sin gluten, porque el gluten no me sienta bien, me hincha mucho y me da diarrea) bien arroz, mijo, quinoa o trigo sarraceno con canela, leche de arroz y últimamente le echo también bayas goji. A media mañana me tomo una compota de manzanas con canela y en el almuerzo pues una sopa de verduras y algas con miso (el que no lleva gluten, sólo con soja y arroz), y un combinado de legumbres y cereal con verduras (brócoli, coliflor, chirivías, zanahorias, calabaza, cebolla, fundamentalmente).También le echo a veces algas a la sopa y nabo daikon, que me encanta. Acabo con un té kukicha. A media tarde me tomo sésamo negro y unas almendras. Pues noto al final del día como un empalago de sabor dulce (la boca un poco pastosa) que lo que hace es que me apetezca comer algo más amargo como los espárragos o alcachofas y huevos, pescado o pollo. No sé si a las demás personas les pasa esto mismo. Me gustaría, desde luego, poder seguir un régimen vegetariano total, no porque no me gusten los huevos, el pollo y el pescado, sino porque prefiero en general los granos, legumbres y vegetales, pero si hago varias comidas seguidas sólo vegetarianas como que me llama luego comerme algo de proteína animal y verduras que no tengan un sabor tan dulce como la zanahoria y la calabaza, aunque no sean las que la macrobiótica prescribe. ¿Tienes alguna explicación para ésto?.
Respuesta:
Respuesta:
Las dudas son totalmente normales cuando uno empieza con este tipo de alimentación. ¡si yo te contara los errores que he cometido hasta que he conseguido enterarme de la película!
He incluido en la sección de menús varias entradas referentes a cómo elaborar menús diarios equilibrados, semanales, y la pirámide macrobiótica. En la macrobiótica no hay alimentos prohibidos, ni tampoco la exigencia de ser vegetarianos, esto es una opción personal dentro de este tipo de alimentación a la que no recurre todo el mundo. Lo importante es respetar más o menos la frecuencia y las cantidades de lo que comemos. Así el macrobiótico carnívoro también come carne de todo tipo, sólo que elige las ecológicasy de mejor calidad, y las toma en la frecuencia recomendada ¿entiendes?
Si te quedas con la sensación de que tus comidas son demasiado dulces y te apetecen otros sabores es que no estás elaborando bien el menú. Cada menú debería llevar de todos los sabores (esto lo explico muy bien en la sección de menús), porque si no lo que ocurre es que nos quedamos con antojos como te sucede a tí. Mi intuición me dice que quizás tampoco estés variando demasiado los estilos de cocción, porque la falta de variedad también da muchos antojos. Te recomiendo que lo leas con atención porque e incluido algunas sugerencias que podrían orientarte.
Mi recomendación es que asistas a algún curso de cocina cuando puedas, esto es lo que más ayuda del mundo, o bien te vayas algunos días de vacaciones a algún sitio que ofrezcan menús macrobióticos, así te podrás hacer una idea más acertada de los menús. Un saludo y suerte.
¿Es mejor tomar la fruta siempre cocida?
Pregunta: ¿Es mejor tomar la fruta cocinada que cruda?
Respuesta: En macrobiótica no hay respuestas absolutas. Depende siempre de la condición de la persona que va a alimentarse, de la estación del año, de la edad y el sexo, entre otros factores.
La fruta es rica en azúcares de absorción rápida, que pasan muy rápido a la sangre subiendo de forma brusca los niveles de azúcar en la misma. En caso de consumirla en grandes cantidades, esto hace que el páncreas entre en "alarma" y segregue insulina para regular estos niveles y bajarlos a un margen adecuado. Por otro lado la fruta cruda tiene una energía muy expansiva, que nos refresca, nos enfría y nos relaja. Esta energía es muy adecuada para el verano, cuando hace calor y cuando la naturaleza nos ofrece más frutas que nos permitan equilibrarnos con el clima. Así en el verano tomaremos más frutas crudas que en el invierno, siempre en pequeña cantidad para no maltratar a nuestro páncreas.
Hay que tener en cuenta también que todos los alimentos crudos, como pueden ser la fruta y algunas ensaladas, son más costosos de digerir y exigen un mayor esfuerzo a nuestro sistema digestivo. El estómago adquiere un PH muy ácido, y una elevada temperatura, necesaria para hacer la digestión. Cuando ingerimos alimentos crudos, o también muy fríos, obligamos a nuestro sistema digestivo a hacer un sobreesfuerzo para conseguir las condiciones de PH y temperatura necesarios para el proceso. Así, cuando hay problemas de salud y se requiere de ayudar al cuerpo a economizar energía en sus funciones, para que pueda emplearla en la recuperación del problema, puede recomendarse evitar los alimentos crudos.
Respecto a las vitaminas de la fruta, diremos que la más delicada es la vitamina C, que se destruye con el calor cuando se cocinan los alimentos más de 15 min. Si cocinamos la fruta ligeramente, en compotas de 10 min, al vapor, o salteadas ligeramente, también nos beneficiaremos de todas sus vitaminas.
La forma en que cocinamos los alimentos varía la energía de los mismos, así como también los efectos que tendrán en nuestro cuerpo. De esta forma la energía muy fría y refrescante de la fruta se tornará más suave y nos aportará más calor si la consumimos cocinada por un largo tiempo en una compota a fuego lento, o se tornará más activa y calorífica si la salteamos con aceite y le añadimos canela, por ejempo.
Para entender un poco más los efectos que tienen sobre los alimentos los estilos de cocción ver:
La personalidad de los estilos de cocción.
Respuesta: En macrobiótica no hay respuestas absolutas. Depende siempre de la condición de la persona que va a alimentarse, de la estación del año, de la edad y el sexo, entre otros factores.
La fruta es rica en azúcares de absorción rápida, que pasan muy rápido a la sangre subiendo de forma brusca los niveles de azúcar en la misma. En caso de consumirla en grandes cantidades, esto hace que el páncreas entre en "alarma" y segregue insulina para regular estos niveles y bajarlos a un margen adecuado. Por otro lado la fruta cruda tiene una energía muy expansiva, que nos refresca, nos enfría y nos relaja. Esta energía es muy adecuada para el verano, cuando hace calor y cuando la naturaleza nos ofrece más frutas que nos permitan equilibrarnos con el clima. Así en el verano tomaremos más frutas crudas que en el invierno, siempre en pequeña cantidad para no maltratar a nuestro páncreas.
Hay que tener en cuenta también que todos los alimentos crudos, como pueden ser la fruta y algunas ensaladas, son más costosos de digerir y exigen un mayor esfuerzo a nuestro sistema digestivo. El estómago adquiere un PH muy ácido, y una elevada temperatura, necesaria para hacer la digestión. Cuando ingerimos alimentos crudos, o también muy fríos, obligamos a nuestro sistema digestivo a hacer un sobreesfuerzo para conseguir las condiciones de PH y temperatura necesarios para el proceso. Así, cuando hay problemas de salud y se requiere de ayudar al cuerpo a economizar energía en sus funciones, para que pueda emplearla en la recuperación del problema, puede recomendarse evitar los alimentos crudos.
Respecto a las vitaminas de la fruta, diremos que la más delicada es la vitamina C, que se destruye con el calor cuando se cocinan los alimentos más de 15 min. Si cocinamos la fruta ligeramente, en compotas de 10 min, al vapor, o salteadas ligeramente, también nos beneficiaremos de todas sus vitaminas.
La forma en que cocinamos los alimentos varía la energía de los mismos, así como también los efectos que tendrán en nuestro cuerpo. De esta forma la energía muy fría y refrescante de la fruta se tornará más suave y nos aportará más calor si la consumimos cocinada por un largo tiempo en una compota a fuego lento, o se tornará más activa y calorífica si la salteamos con aceite y le añadimos canela, por ejempo.
Para entender un poco más los efectos que tienen sobre los alimentos los estilos de cocción ver:
La personalidad de los estilos de cocción.
lunes, 1 de marzo de 2010
¿Es recomendable el uso de levadura de cerveza?
¿Es recomendable el uso de levadura de cerveza en la alimentación?
La levadura de cerveza es un tipo de levadura u hongo unicelular que se utiliza para la fabricación de cerveza. Se alimenta de azúcares (glucosa) que en unas condiciones determinadas de temperatura y humedad transforma en dióxido de carbono y alcohol. Este tipo de hongo es bastante común en la naturaleza y también en el cuerpo humano, principalmente en el aparato digestivo y la piel.
Actualmente se utiliza para la producción industrial de cerveza aunque las modernas cervecerías se decantan por la utilización de otra levadura cuyo nombre fue acuñado por la cervecería Carlsberg de Conpenhague, mientras que la levadura original es utilizada por industrias más pequeñas.
Aparte de estos usos también se cultiva para su venta como suplemento dietético pero no debe confundirse con la que se usa para la elaboración de la cerveza. Esta levadura se ha secado a altas temperaturas lo que determina que no tenga capacidad de fermentación. Se obtiene así como un subproducto a partir de la fermentación de la cerveza y se utiliza por sus propiedades concretas.
Entre las propiedades de la levadura de cerveza destacan su elevada cantidad de proteínas, su bajo contenido en grasas, su alto contenido en hidratos de carbono y sobre todo su riqueza en minerales y vitaminas del grupo B. Así los partidarios del uso de este complemento dietético alegan que es bueno para fortalecer el sistema inmunitario, regular el tránsito intestinal, para mejorar problemas de piel, fortalecer pelo y uñas, mejorar el colesterol entre otras.
Desde el enfoque de la macrobiótica el uso de complementos dietéticos no es necesario para personas que hacen una alimentación equilibrada. La naturaleza nos ofrece todo lo que nuestro cuerpo necesita en forma de alimentos naturales, de manera que seamos capaces de funcionar sin la necesidad de depender de complementos dietéticos. El aporte adecuado de proteínas lo hacemos consumiendo legumbres a menudo, proteínas vegetales como el tempe , el tofu o el seitán, pescado y para los que no elijan la opción vegetariana de la carne los huevos y los lácteos (estos últimos con mucha moderación). El aporte adecuado de hidratos de carbono de absorción lenta lo hacemos consumiendo cereales integrales ecológicos en todas las comidas. Por último el aporte adecuado de vitaminas y minerales lo hacemos consumiendo verduras, frutas y algas. Las vitaminas del grupo B, necesarias para una correcta alimentación, las obtenemos de las algas y del pescado, y también en menor cantidad de las verduras.
La levadura de cerveza puede producir también interacciones no deseadas como picor, manchas en la piel o flatulencias. Esto tiene sentido si pensamos que todas las levaduras alteran la flora intestinal y tienen además una energía muy expansiva. Las levaduras son organismos vivos que tienden a seguir reproduciéndose en nuestros intestinos y aparato digestivo, causando desajustes. En la macrobiótica se recomienda un uso muy moderado de alimentos que las contengan (como pan y bollería) por estas razones.
Es mucho mejor para nuestro cuerpo suministrarle los nutrientes necesarios de fuentes naturales, y cuanto menos procesados mejor. Esto lo tomamos como norma general y si decidimos utilizar suplementos dietéticos lo haremos siempre bajo la supervisión de un especialista y puntualmente.
Un saludo.
/Raquel.
Actualmente se utiliza para la producción industrial de cerveza aunque las modernas cervecerías se decantan por la utilización de otra levadura cuyo nombre fue acuñado por la cervecería Carlsberg de Conpenhague, mientras que la levadura original es utilizada por industrias más pequeñas.
Aparte de estos usos también se cultiva para su venta como suplemento dietético pero no debe confundirse con la que se usa para la elaboración de la cerveza. Esta levadura se ha secado a altas temperaturas lo que determina que no tenga capacidad de fermentación. Se obtiene así como un subproducto a partir de la fermentación de la cerveza y se utiliza por sus propiedades concretas.
Entre las propiedades de la levadura de cerveza destacan su elevada cantidad de proteínas, su bajo contenido en grasas, su alto contenido en hidratos de carbono y sobre todo su riqueza en minerales y vitaminas del grupo B. Así los partidarios del uso de este complemento dietético alegan que es bueno para fortalecer el sistema inmunitario, regular el tránsito intestinal, para mejorar problemas de piel, fortalecer pelo y uñas, mejorar el colesterol entre otras.
Desde el enfoque de la macrobiótica el uso de complementos dietéticos no es necesario para personas que hacen una alimentación equilibrada. La naturaleza nos ofrece todo lo que nuestro cuerpo necesita en forma de alimentos naturales, de manera que seamos capaces de funcionar sin la necesidad de depender de complementos dietéticos. El aporte adecuado de proteínas lo hacemos consumiendo legumbres a menudo, proteínas vegetales como el tempe , el tofu o el seitán, pescado y para los que no elijan la opción vegetariana de la carne los huevos y los lácteos (estos últimos con mucha moderación). El aporte adecuado de hidratos de carbono de absorción lenta lo hacemos consumiendo cereales integrales ecológicos en todas las comidas. Por último el aporte adecuado de vitaminas y minerales lo hacemos consumiendo verduras, frutas y algas. Las vitaminas del grupo B, necesarias para una correcta alimentación, las obtenemos de las algas y del pescado, y también en menor cantidad de las verduras.
La levadura de cerveza puede producir también interacciones no deseadas como picor, manchas en la piel o flatulencias. Esto tiene sentido si pensamos que todas las levaduras alteran la flora intestinal y tienen además una energía muy expansiva. Las levaduras son organismos vivos que tienden a seguir reproduciéndose en nuestros intestinos y aparato digestivo, causando desajustes. En la macrobiótica se recomienda un uso muy moderado de alimentos que las contengan (como pan y bollería) por estas razones.
Es mucho mejor para nuestro cuerpo suministrarle los nutrientes necesarios de fuentes naturales, y cuanto menos procesados mejor. Esto lo tomamos como norma general y si decidimos utilizar suplementos dietéticos lo haremos siempre bajo la supervisión de un especialista y puntualmente.
Un saludo.
/Raquel.
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