martes, 21 de diciembre de 2010

Testimonio de Angels Mestre

TESTIMONIO DE ANGELS MESTRE
Recuperación total de fibromialgia y síndrome de fatiga crónica.

Quiero comunicar que la fibromialgia y el sfc se pueden curar. Yo no he sido la primera ni la última, tú también puedes.

Me diagnosticaron estas patologías hace diez años y aunque pertenezco a una familia con tres médicos y visité a los mejores especialistas, no pudieron hacer nada. Fui empeorando gradualmente hasta llegar a una contractura pélvica que me dejó paralizada de las dos piernas. Esta experiencia representó el peor momento por la desesperación y la incomprensión médica, familiar y social, pero esta crisis fue una bendición, ya que me permitió hacer una gran reflexión, que me llevó hacia una oportunidad de cambio y hacia un nuevo reto. Me di cuenta de que la medicina alopática no podía hacer nada más y que existía otra medicina, la medicina holística. Esta nueva medicina, completamente desconocida por mí, contempla al ser humano como un todo y no sólo el cuerpo físico con sus síntomas.

La enfermedad se inicia en el vehículo mental, donde se procesa la energía de los pensamientos. Después se transfiere la información del pensamiento al vehículo emocional, donde se generan las emociones. Estas emociones llevan la energía al vehículo de energía vital, que se encarga de transmitirla al cuerpo físico. Cuando la energía se ha bloqueado en alguno de estos vehículos aparece la enfermedad. En esta patología el bloqueo se manifiesta en el vehículo emocional.

Empecé a hacer cambios para ir afrontando todas las dificultades de esta enfermedad, confiando en mí misma por primera vez en mi vida. Dejé de sentirme víctima para hacerme responsable; dejé de ser pasiva esperando que me curaran para convertirme en activa, dirigiendo mi propio proceso de curación. Simplifiqué mi vida, dejando el estrés que siempre me había acompañado y, para conseguirlo, aprendí a decir “NO” sin sentirme culpable. Para ponerlo en práctica me cuestionaba lo que los demás me proponían con las siguientes preguntas: ¿Me hace ilusión? ¿Me conviene? Si alguna de ellas era no, mi respuesta era “no”.

También hice cambios en mi relación con el entorno, con la familia, con los amigos, compañeros…; cambios de estructura psicológica; cambio de hábitos, dejando los que más me perjudicaban en mi vida, como por ejemplo el de la alimentación inadecuada.

Comprendí que la fibromialgia y el sfc son la enfermedad de las emociones no expresadas y que son fruto de un conflicto interno, las hemos generado nosotros, viene de dentro. No obstante, la tristeza y la desesperación causada por el diagnóstico de enfermedad crónica, hace que bajen los niveles de los neurotransmisores (serotonina, melatonina…), las hormonas, las endorfinas, que se rompa el ciclo del sueño, que baje el sistema inmunitario…Todo ello abre las puertas a factores externos que se unen a los internos para dar lugar a múltiples síntomas.

También comprendí que las dos causas de la enfermedad son:

1º.-La mala gestión de los pensamientos y las emociones, ya que no son coherentes con la acción.
2º.-Los dos defectos psicológicos que caracterizan la personalidad de las personas afectadas son: el orgullo perfeccionista y la ira contenida que, al no ser expresada, se transforma en energía “perversa”, como la tensión muscular, los problemas digestivos…

Estas causas nos hacen comprender que la fibromialgia y el sfc se originan por nuestra manera de pensar, sentir y actuar (las tres fuerzas que sostienen la vida). Estas tres fuerzas tienen que ir alineadas para alcanzar la armonía, el equilibrio y la salud.

La salud, en la medicina holística, pasa por tres aspectos:

-El aspecto físico

La MTC (medicina tradicional china) considera que el órgano más afectado en la fibromialgia y el sfc es el hígado, porque es el depositario de las emociones, y cuando está saturado revierte la energía que ya no puede absorber a la musculatura, tendones, ligamentos, articulaciones, comprometiendo además nuestra vista y los conductos como venas y arterias.

La desintoxicación del hígado se consigue, entre otros tratamientos de limpieza, con la sustitución paulatina de la medicación de síntesis por la natural, como la homeopatía, las flores de Bach, fitoterapia…hasta llegar a un punto de nuestro proceso en el que la alimentación es nuestra medicina.
La macrobiótica (equilibrada, energética, proporcionada y sin químicos) fue el factor fundamental para recuperar la salud.

Las terapias holísticas que más me ayudaron fueron:

1.-Diariamente: la respiración abdominal, la relajación y la meditación
2.-Periódicamente: la reflexología, la acupuntura y el shiatsu, que siendo terapias físicas trabajan también a nivel energético

A nivel físico es muy importante que revisemos nuestras piezas dentales, a fin de descartar alergia a los metales. También es necesario hacer un estudio de geobiología (radiaciones del subsuelo) para averiguar si hay alguna geopatía en el lugar donde dormimos y donde trabajamos.

-El aspecto psico-emocional

La educación en la infancia imprime en nosotros una estructura psicológica que perdurará toda la vida. Si somos capaces de reconocerla y modificarla, podremos cambiar la enfermedad por salud.
Al hacerme consciente de que la manera de pensar era de vital importancia, me cuestioné la información de los patrones culturales, familiares y sociales que me condicionaban la vida. Me abrí a nuevas formas de pensar dentro del binomio salud-enfermedad, que me permitió entenderlo desde otra perspectiva, desde la medicina holística.

-El aspecto espiritual

Mediante un trabajo de introspección me hice consciente, no solamente de mis valores y defectos psicológicos sino también de que existe, dentro de nosotros, una fuerza interior que nos ayuda a trascender todas las dificultades de la vida; a perdonarnos y a perdonar para reconciliarnos con el pasado y a no tener miedo del futuro.

El dolor es la materia prima para el crecimiento espiritual. Si no hay dolor, no hay necesidad de cambio, si no hay cambio no hay evolución y este proceso evolutivo nos lleva a empezar una vida mejor, la vida de la persona libre, sana y feliz. Todas las dificultades que aparecen después, ya no son un gran obstáculo porque ya has elevado tu nivel de comprensión y autoconocimiento, y ya no vuelves a repetir los mismos errores que te llevaron a enfermar.

Hay que quererse y respetarse antes de querer a los demás.

Hoy, el sistema médico, me define como una fibromiálgica asintomática, sin síntomas. Es un eufemismo para poder seguir afirmando que esta enfermedad es crónica, pero muchas personas ya han demostrado que no lo es. Es crónica si tú lo crees. Nunca creí que la fibromialgia y el sfc fueran crónicas: de otro modo, no habría conseguido curarme. Esta actitud significó una rotura con el patrón de conducta y creencias de mis padres, maestros…pero también de las mías hasta ese momento ¿Por qué no lo hice antes? Porque estaba inmersa en la rueda de una vida sin preguntas. La enfermedad me empujó a buscar otras posibilidades, otras verdades, de manera que estudié, experimenté, contrasté y pude comprender claramente que la ignorancia es la causa de muchos sufrimientos y desgracias. Este nuevo camino comienza por aprender a dirigir la vida y a desaprender mucha información inútil. Es tanta la información errónea recibida, es tanta la rigidez adquirida…

La resolución de la fibromialgia pasa por muchas fases, es necesario un amplio abanico de estrategias y un gran despertar de la conciencia, para darse cuenta que la forma de entender la vida, a veces, no es la adecuada.


MªÀngels Mestre, autora de los libros “Hablemos de fibromialgia. Yo la he ganado, tú también puedes” y “De la fibromialgia a la salud”

http://www.mangelsmestre.com

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Los alimentos: nuestros mejores aliados en el camino espiritual

ALIMENTOS: nuestros mejores aliados en el camino espiritual.

Os animo a leer este interesante artículo escrito por Rosa Casal consultora macrobiótica y directora de Escuela de Vida en Madrid.

Comunicado sobre las algas marinas.

COMUNICADO SOBRE EL VALOR NUTRITIVO DE LAS ALGAS MARINAS.


Ante cierto debate surgido alrededor de las algas y si su uso es apropiado o no, algunos profesionales los cuales trabajamos promoviendo una alimentación sana y natural queríamos aportar nuestra opinión.


Todo surge a raíz de un estudio realizado presuntamente por la Universidad de Barcelona a algas de Japón, Bretaña y Galicia él cual afirma que algas como hiziki, wakame, kombu y nori contienen metales pesados como plomo, níquel y cadmio por encima de lo estimable aceptado por el organismo humano.


Curiosamente este mismo año las algas de Algamar han sido reconocidas como biológicas y obtenido un sello que lo corrobora tras pasar todos los controles de calidad por la Universidad Complutense de Compostela. En dicho estudio nos informan de la ausencia total de plomo y un bajo contenido de otros metales pesados nunca superiores de lo admitido aceptable. En cualquier caso oliogoelementos como el hierro, cinc, níquel, selenio, cromo y arsénico son indispensables para la salud y esenciales en las funciones orgánicas. Estos se convierten en metales pesados cuando se acumulan en exceso.


Las algas se han utilizado desde tiempos inmemorables en muchos pueblos. Desde la China a Japón, Bretaña, Hawai, Chile, etc. y en todos estos lugares estos vegetales terrestres han sido alimentos imprescindibles para no solo alimentarse sino también para conseguir hazañas como recorrer desiertos, cruzar mares, sumergirse en aguas heladas y muy profundas y a la vez hacer sucumbir de placer al más exquisito paladar. Los vegetales marinos a diferencia de los terrestres no encuentran ninguna variedad tóxica y su aporte de minerales, oligoelementos y otros nutrientes esta muy por encima. Estudios realizados a pueblos que utilizan a diario este alimento demuestran que son más longevos, tienen una inmejorable salud, huesos, uñas y cabello más fuerte y raramente hemorragia cerebral o hipertensión arterial entre otros beneficios.


No descartamos que algunas algas por el lugar donde crezcan podrían estar contaminadas. También ocurre lo mismo con las verduras terrestres y eso no nos hace pensar que todas las verduras son tóxicas. Evidentemente deberemos adquirir nuestras algas a proveedores que nos den la garantía de su cultivo o recogida en aguas limpias y libres de contaminantes. A diferencia de los peces es fácil controlar si un alga reune las condiciones de calidad porque permanecen fijas al sustrato y por lo tanto facilitan su estudio. No obstante la regla general es que las algas no puedan crecer en aguas contaminadas.


Según Clemente, director de la empresa Algamar: “Los océanos ocupan la mayor parte del Planeta. Es un medio inmenso y en continuo movimiento de renovación de aguas. Algo que se nota especialmente en Galicia, una costa en cuña que se adentra en el Océano. Los biólogos marinos han comparado la frondosidad y la biodiversidad que aquí existe con la de las selvas tropicales. Es demasiado grande y está demasiado vivo. Ha demostrado muchas veces que su poder de regeneración es extraordinario y único”.


Esto demuestra que tenemos mucha suerte de poder abastecernos de algas cultivadas en la Península Ibérica y por lo tanto ya no es necesario importarlas de Japón. El alga hiziki sería la más dudosa en cuanto a su pureza ya que puede contener una cantidad mayor de metales pesados y arsénico. Una buena elección sería utilizar más alga espagueti de mar y ocasionalmente alga hiziki.


La cantidad recomendada diaria de alga seca es de 5 g. Un exceso de algas puede derivar en ciertos problemas de salud como acumulación excesiva de minerales y oligoelementos, dolor de riñones o en la parte inferior de la espalda, retención de líquidos, tensión muscular, síndrome premenstrual, excesivo apetito y deseo por dulce.


Aprovechamos para recordar algunos de los beneficios del uso de algas en la alimentación diaria:


- Contienen entre 10 y 20 veces más minerales que las terrestres y muchas vitaminas.

- Pueden contener más de 25% minerales que la leche. Prácticamente sin calorías, cero en grasas.

- Ayudan a disolver grasas y depósitos de mucosidades. Reduce la obesidad.

- Refuerzan y tonifican el sistema nervioso y el circulatorio.

- Fortalecen los huesos, dientes, cabellos y uñas. Ayuda a prevenir la osteoporosis.

- Ayudan a cocinar las legumbres y hacerlas más digestivas.

- Alcalinizan la sangre y activan las defensas

- Tienen capacidad de expulsar del cuerpo metales pesados, radioactivos y tóxicos. Reducen el efecto de la quimioterapia.

Las algas son y siguen siendo un alimento excepcional e imprescindible en la dieta de aquellas personas que han escogido alimentarse de manera natural. Desde aquí os animamos a seguir utilizándolas y a situarlas en el lugar que se merecen en vuestra dieta diaria.


Lo anteriormente expuesto es reconocido por personas especializadas en macrobiótica:


Heléne Magariños Rey (Experta en algas marinas y profesora de cocina)

Tina Asensio (Profesora de macrobiótica y cocinera bio-energética)

Egoitz Garro Hernaiz ( Profesor y consultor macrobiótico )

Francisco Varatojo ( Profesor y consultor, director del Instituto Macrobiótico de Portugal)

Matilde Navas Fernández (Consultora y directora de La Crisálida, Instituto Macrobiótico)

Raquel Pozo Navas (Consultora y profesora de cocina)

Testimonio de Encarna Díaz Durán

TESTIMONIO DE ENCARNA DÍAZ DURÁN.
AGRADECIMIENTO.

Hola amig@s:Me llamo Encarna Díaz,tengo 57 años, y os quiero contar mi experiencia con la alimentación macrobiótica.

En casa, casi somos vegetarianos y la mayor parte de nuestra alimentación es ecológica lo que nos ha facilitado el paso a la macrobiótica. Así que hace año y medio aproximadamente conocí La Crisalida Instituto Macrobiótico, donde hice el curso de Cocina Estacional, de un año de duración, del que he salido muy satisfecha. He aprendido muchísimas cosas que ignoraba, una de ellas el cómo alimentarnos en cada estación del año, también proporcionar al organismo una alimentación verdaderamente equilibrada, y una "cosita" para los "chuchon@s" y es elaborar ricos dulces sin azúcar.

Todo esto me está aportando una mejoría en un problema digestivo que anda por ahí, al hacer mejor las digestiones, tengo la mente mas clara, y mas capacidad para organizarme en la vida diaria, y un alivio en la artrosis que tengo en el cuello, en definitiva, creo que la macrobiótica me está dando el placer de disfrutar más de la vida y de los míos.

Os tengo que decir, que el cambio requiere un esfuerzo, pero si la recompensa es tener una buena salud, merece todo la pena.

Yo tenía mis dificultades para cocinar de esta forma, pero voy buscando soluciones, pues lo que importa es el objetivo. Ha habido días que me he hecho un poco de lío, para elaborar un menú equilibrado, pero poco a poco, voy adelantando trabajo, teniendo botes de legumbres en el frigorífico envasadas al vacío, el arroz cocido ya cocido etc. También, como somos tres en casa, cocino doble para tener para otros días.

De la actitud de mi familia, os puedo decir, que se están acostumbrando muy bien, dado que ellos saben que la salud y la enfermedad están en la cocina. Yo procuro ir elaborando las recetas que nos gustan a todos, buscando en libros, etc. Escucho y acepto sus críticas para mejorar, y en cuanto a mis amigos, para que se hagáis una idea, nos hemos reunido este domingo, para hacer dulces de navidad macrobióticos.

Bueno, tendría para contaros cuatro folios más, pero creo que tengo que terminar.
Le mando muchos ánimos e ilusión a todas las personas que se quieran iniciar en esto, simplemente, que lo comprueben por ellos mismos.

Quiero mandarle un fuerte abrazo a Mati y a Raquel, deseándoles que la armonía y la salud reinen siempre en sus vidas.

/Encarna.

(encarnadiazduran@yahoo.es)