Testimonio de Ana Jiménez-Carlés
(Diabetes - agosto 2011)
(Diabetes - agosto 2011)
Ha sido un Honor.
Sí sí, eso es lo que he sentido cuando Raquel me ha invitado a que cuelgue mi testimonio en el blog, es por ello que no tengo más remedio que intentar transmitiros como ha sido mi camino hasta aquí.
Quiero agradecer enormemente a Mati y a Raquel esa labor inconmensurable que realizan día a día y que espero les sea recompensada como se merecen y no quiero dejarme atrás a aquella persona gracias a la cual descubrí el mundo de la Macrobiótica, ya que ella fue de esas amigas valientes que no sólo no me tachaba de “loquilla” cuando me iba a los cursos de feng shui a Madrid sino que se animó a acompañarme a alguno que otro, por ello , cuando ella descubrió el mundo de la Macrobiótica no dudó en presentármelo inmediatamente a mí . Gracias “Poupé”.
Ya de esto hace más de un año, tiempo durante el cual me estoy intentando formar lo mejor que puedo descubriendo día a día los maravillosos beneficios de vivir este tipo de vida.
Deciros que al principio todo se me hizo un mundo, pero el diagnóstico de la diabetes de mi marido me hizo decidir que no me podía rendir y, gracias a que no lo hice, sus niveles de azúcar están prácticamente normalizados por lo que nuestros temores a que pudiera llegar a quedarse ciego como le ocurrió a su padre, (q.e.p.d.), han disminuido considerablemente.
En casa nos hemos beneficiados todos de este maravilloso cambio ya que mi vida antes era súper estresante, trabajando 12 horas diarias, llegando a casa rendida y cenando “fiambre” que era lo más rápido de preparar, aun así, yo siempre pensaba, que era una lástima el tiempo que se empleaba en preparar cualquier cosa para que después en un pis-pas desapareciera de la mesa en los estómagos de todos nosotros.
Ahora, no tiene nada que ver, salgo antes de trabajar para llegar a casa y preparar una cenita en condiciones, no me importa el tiempo que emplee en ello, porque después la vamos a disfrutar el doble ya que la diferencia está en que antes comíamos y ahora nos alimentamos, y encima lo disfrutamos. Mi estrés ha disminuido considerablemente, y ya todo puede esperar, nuestra salud no , por supuesto.
Parece mentira cómo al final todo está relacionado, el feng shui me ha permitido tener nuestro entorno equilibrado con las energías canalizadas y ahora la macrobiótica me permite que nuestra alimentación también lo sea. NO PUEDO PEDIR MÁS!!!!!!!!!!!!
Por ello sólo deciros que al principio puede pareceros complicado pero que el camino es maravilloso, que poco a poco todo sale, que la nueva despensa que desecha a la anterior no hay palabras para describirla y que si en ese camino tenéis la suerte de contar con personas como Mati y Raquel no os costará lo más mínimo ya que ellas harán de ese andar un paseo entre algodones, o mejor dicho entre cereales.
DE TODO CORAZON, GRACIAS A LAS DOS.
/ANA
(dragona@funerflor.com)