Testimonio de PM, mejora de la vitalidad y estado físico.
septiembre de 2013.
Hola a todos, soy PM, hombre, 31 años de edad, profesor universitario y no tenía experiencia previa en la cocina. Este es el testimonio demi paso por La Crisálida, y doy permiso a Mati y Raquel para proporcionar mi dirección de correo electrónico a todo aquel que quiera hacerme cualquier tipo de consulta sobre mi caso y pueda ayudarle.
Empecé el curso de cocina macrobiótica estacional en septiembre de 2012, como respuesta a una preocupación que desde hacía años me afectaba negativamente en todos los aspectos de mi vida: me encontraba con mucho sueño durante el día, con sensación de fatiga y pesadez mental.
Me sentía bastante frustrado cuando después de una noche durmiendo y un desayuno normal (café y tostadas, o tazón de cereales) me pasaba toda la mañana sin energía y sin vitalidad. Después del almuerzo, necesitaba irremediablemente una siesta puesto que la digestión me resultaba soporífera. Recuerdo dolores de cabeza, de espalda, apatía y momentos de estar tirado en el sofá como un zombie sin tener ganas de ninguna actividad.
Después del verano, me propuse hacer frente a esta preocupación y decidí firmemente buscar soluciones. Investigando por Internet, llegué a la conclusión de que un cambio en mi alimentación sería bastante lógico para mi problema y así tropecé con el blog de La Crisálida. Acudí a los pocos días a una de las conferencias de Mati; y el tiempo fue perfecto, puesto que en una semana empecé el curso del menú básico y en ese mismo mes continué con la primera clase de septiembre del curso estacional completo de diez meses.
Los comienzos fueron muy novedosos y dediqué mucho tiempo a aprender, puesto que yo nunca me había manejado en la cocina y tuve que empezar a cocinar prácticamente desde cero. Por ejemplo, tuve que comprarme por primera vez una olla a presión porque nunca había cocinado con una.
Aunque Mati siempre dice que para hacer el cambio a la cocina macrobiótica hay que incorporar los menús progresivamente, yo lo hice demanera radical. Empecé a notar que aquellas comidas me sentaban muy bien y que estaban riquísimas, así que decidí desechar radicalmente con mi despensa y seguí por decisión propia todos los menús estrictamente. Pude hacer esto dado que vivo solo y estaba deseando de recuperar mi salud lo antes posible.
Después de diez meses con la macrobiótica, los beneficios que he experimentado y observado son muchos, y no todos ellos son fácilesde explicar. Los más evidentes para mi fueron:
- Una mejora de mi vitalidad. Las digestiones ya no me restan sino que me proporcionan fuerza, vitalidad, saciedad y bienestar. Las primeras semanas ya notaba el efecto que proporciona el arroz integral. Podríamos decir que si empecé con una vitalidad del 10%, los incrementos de los siguientes meses fueron del 20%, 30%, 40%, 60%. Actualmente me siento a un 80% de mi vitalidad y estoy segurode que alcanzaré el 100% cuando continúe un año más.
- Fuera los mocos y los resfriados. A los dos meses aproximadamente de reducir (a pocas veces al mes) el consumo de lácteos y harinas, las mucosidades de nariz y laringe se fueron. Y en consecuencia, noto cómo respiro mejor. No necesito sonarme la nariz ni siquiera por la mañana. Los lácteos y el pan han estado diariamente presentes en mi dieta desde mi infancia.
Sobre los resfriados, si bien años anteriores pasaba como mínimo 4 o 5 al año, este año he tenido solamente 2 resfriados y por motivos muy obvios de imprudencia por mi parte. En general, he pasado el invierno con el sistema defensivo como mucho más preparado.
- Fuera los kilos! A los cuatro meses perdí como 2 tallas de pantalón. Y los kilos se cayeron de zonas donde siempre he tenido acumulación de grasa y nunca he perdido de allí. Llevo 5 años practicando artes marciales, combinado con alguna dieta para adelgazar, y siempre he dado por hecho que mi constitución era así. Ahora me veo mejor que nunca, en mi peso ideal, estilizado, ágil y fuerte. Y todo esto comiendo rico rico. También tengo la piel y el pelo más brillante.
- Sensación de equilibrio. Esta parte es la más difícil de explicar sin duda. No creo que sea posible comprenderla hasta que no se experimenta. A los 4 o 5 meses llegó una sensación de serenidad que la podía percibir y me cambió incluso el carácter. Duermo y descanso mejor, me siento más seguro de mí mismo, estoy de buen humor y me encuentro en equilibrio emocional, mental y físico.
Ahora suelo decir que el cuerpo tiene 5 baterías (hidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales) que tienes que recargar cada día. Cuando lo consigues, tienes toda la maquinaria puesta a punto, preparada para rendir y conseguir hacer las cosas que te propongas.
Empecé el curso de cocina macrobiótica estacional en septiembre de 2012, como respuesta a una preocupación que desde hacía años me afectaba negativamente en todos los aspectos de mi vida: me encontraba con mucho sueño durante el día, con sensación de fatiga y pesadez mental.
Me sentía bastante frustrado cuando después de una noche durmiendo y un desayuno normal (café y tostadas, o tazón de cereales) me pasaba toda la mañana sin energía y sin vitalidad. Después del almuerzo, necesitaba irremediablemente una siesta puesto que la digestión me resultaba soporífera. Recuerdo dolores de cabeza, de espalda, apatía y momentos de estar tirado en el sofá como un zombie sin tener ganas de ninguna actividad.
Después del verano, me propuse hacer frente a esta preocupación y decidí firmemente buscar soluciones. Investigando por Internet, llegué a la conclusión de que un cambio en mi alimentación sería bastante lógico para mi problema y así tropecé con el blog de La Crisálida. Acudí a los pocos días a una de las conferencias de Mati; y el tiempo fue perfecto, puesto que en una semana empecé el curso del menú básico y en ese mismo mes continué con la primera clase de septiembre del curso estacional completo de diez meses.
Los comienzos fueron muy novedosos y dediqué mucho tiempo a aprender, puesto que yo nunca me había manejado en la cocina y tuve que empezar a cocinar prácticamente desde cero. Por ejemplo, tuve que comprarme por primera vez una olla a presión porque nunca había cocinado con una.
Aunque Mati siempre dice que para hacer el cambio a la cocina macrobiótica hay que incorporar los menús progresivamente, yo lo hice demanera radical. Empecé a notar que aquellas comidas me sentaban muy bien y que estaban riquísimas, así que decidí desechar radicalmente con mi despensa y seguí por decisión propia todos los menús estrictamente. Pude hacer esto dado que vivo solo y estaba deseando de recuperar mi salud lo antes posible.
Después de diez meses con la macrobiótica, los beneficios que he experimentado y observado son muchos, y no todos ellos son fácilesde explicar. Los más evidentes para mi fueron:
- Una mejora de mi vitalidad. Las digestiones ya no me restan sino que me proporcionan fuerza, vitalidad, saciedad y bienestar. Las primeras semanas ya notaba el efecto que proporciona el arroz integral. Podríamos decir que si empecé con una vitalidad del 10%, los incrementos de los siguientes meses fueron del 20%, 30%, 40%, 60%. Actualmente me siento a un 80% de mi vitalidad y estoy segurode que alcanzaré el 100% cuando continúe un año más.
- Fuera los mocos y los resfriados. A los dos meses aproximadamente de reducir (a pocas veces al mes) el consumo de lácteos y harinas, las mucosidades de nariz y laringe se fueron. Y en consecuencia, noto cómo respiro mejor. No necesito sonarme la nariz ni siquiera por la mañana. Los lácteos y el pan han estado diariamente presentes en mi dieta desde mi infancia.
Sobre los resfriados, si bien años anteriores pasaba como mínimo 4 o 5 al año, este año he tenido solamente 2 resfriados y por motivos muy obvios de imprudencia por mi parte. En general, he pasado el invierno con el sistema defensivo como mucho más preparado.
- Fuera los kilos! A los cuatro meses perdí como 2 tallas de pantalón. Y los kilos se cayeron de zonas donde siempre he tenido acumulación de grasa y nunca he perdido de allí. Llevo 5 años practicando artes marciales, combinado con alguna dieta para adelgazar, y siempre he dado por hecho que mi constitución era así. Ahora me veo mejor que nunca, en mi peso ideal, estilizado, ágil y fuerte. Y todo esto comiendo rico rico. También tengo la piel y el pelo más brillante.
- Sensación de equilibrio. Esta parte es la más difícil de explicar sin duda. No creo que sea posible comprenderla hasta que no se experimenta. A los 4 o 5 meses llegó una sensación de serenidad que la podía percibir y me cambió incluso el carácter. Duermo y descanso mejor, me siento más seguro de mí mismo, estoy de buen humor y me encuentro en equilibrio emocional, mental y físico.
Ahora suelo decir que el cuerpo tiene 5 baterías (hidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales) que tienes que recargar cada día. Cuando lo consigues, tienes toda la maquinaria puesta a punto, preparada para rendir y conseguir hacer las cosas que te propongas.
Un saludo.
PM.
2 comentarios:
Pues a mi me gustaría poder escribirte pero no se la direccion de correo
Me estoy animando a empezar a cuidarme pero no se por donde empezar ni donde conseguir los ingredientes
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