martes, 11 de marzo de 2008

¿Qué es una alimentación equilibrada?

En los tiempos que corren existe mucha información y muy confusa en cuanto a qué es exactamente una alimentación equilibrada y saludable. Esto es en cierta medida debido a que en nuestra sociedad de consumo interesa este cierto grado de confusión que los comerciantes aprovechan para realzar las particularidades de sus productos y vendérnoslos con “análisis parciales” y a veces hasta “científicos” de sus bondades. Así en la publicidad diaria encontramos yogures con calcio, con bífidus activos, alimentos con vitaminas añadidas y una gran variedad de productos “naturales” y “sanos”.

Pero no podemos perder la perspectiva de que una alimentación natural y sana no consiste únicamente en consumir alimentos naturales y supuestamente sanos, también es importante las proporciones que se consumen. Así, en un ejemplo trivial, comer manzanas es saludable, pero comerse tres kilos de manzanas diarias durante un largo periodo de tiempo deja de serlo, y esto es bastante fácil de entender. No sólo porque todo exceso es perjudicial sino también porque dejaremos de consumir otros alimentos en su lugar y nuestra dieta no tendrá la variedad necesaria.

Así que nos preguntamos ¿en qué consiste una alimentación equilibrada? En la cultura popular encontramos que esto significa más o menos: “comer de todo y variado”. Pero a nuestro juicio esta definición sigue siendo escasa y poco clara. Podríamos definir así:

Una alimentación equilibrada es aquella que, proporciona el mejor estado de salud para cada persona. El estado de salud depende además de la constitución física, del medio en que vivimos y de cómo nos movemos en él.

Para contestar a la pregunta de ¿qué debemos comer? La abordaremos desde tres aspectos diferentes:

1. Atendiendo a las características de nuestro sistema digestivo:

  1. Tenemos 32 piezas dentales: 4 caninos para morder y desgarrar, 8 incisivos para cortar y trocear y 20 molares para aplastar y moler. Esto nos da una idea de que nuestra dieta debe consistir en: 5/8 cereales integrales, 2/8 hortalizas y frutas y 1/8 carnes y productos animales.
  2. La longitud de nuestros intestinos se aproxima más a la de los herbívoros que a la de los carnívoros. (Los alimentos de origen animal se pudren más rápidamente en los intestinos produciéndose sustancias potencialmente tóxicas a medida que van descomponiéndose.)
  3. Nuestra saliva es ligeramente alcalina y contiene amilasas, enzimas que ayudan a digerir los hidratos de carbono complejos presentes casi exclusivamente en el mundo vegetal. Sin embargo la saliva de los carnívoros es ligeramente ácida y no contiene amilasas.

2. Atendiendo a la proporción lógica de nutrientes:

Siguiendo la lógica marcada por la naturaleza, vamos a analizar la leche materna, que es el único alimento diseñado por ella con todos los ingredientes necesarios para el desarrollo del ser humano.

100gr de leche materna = 0’15 gr – minerales y vitaminas + 1’2 gr de proteínas + 3’7 gr de grasa + 7’1gr de carbohidratos + 87’5 ml de agua.

Las proporciones quedan más o menos como sigue, tras considerar que el bebé necesita más energía para su crecimiento y por eso su alto contenido en grasa, y agrupando las grasas y los hidratos de carbono por considerar que cumplen la misma función energética:

1: 7 minerales y vitaminas: proteínas

1:7 proteínas: carbohidratos y grasas

1:7 carbohidratos y grasas: agua

1:7 agua: oxígeno

Vitaminas: verduras, frutas, cereales integrales y legumbres.
Minerales: algas, verduras, cereales integrales y legumbres.
Proteínas: cereales + legumbres (en proporción 3:1), carnes, pescados y otros productos animales.
Grasas: semillas, cereales, legumbres, carnes, pescados y otros productos animales.
Carbohidratos: verduras, fruutas, cereales integrales, legumbres.

Los cereales integrales, las legumbres, verduras y frutas, tienen sus tres principales nutrientes en cantidades equilibradas así como cantidades apropiadas de minerales y vitaminas. (Los nutrientes “de laboratorio” nos pueden proporcionar suplementos rápidos, pero a la vez corremos el peligro de romper el equilibrio entre los nutrientes).

Cuando no hay equilibrio nuestro organismo nos avista con las APETENCIAS: por ejemplo un exceso de minerales y vitaminas querrá ser compensado con más proteínas, grasas, hidratos de carbono y agua. (Más información en: ¿Qué significan los antojos?)

3. Atendiendo a la energía de los alimentos:

En términos de salud humana necesitamos un equilibrio dinámico entre los alimentos con energía más expansiva y aquellos con energía más contractiva. Así cuando consumimos alimentos con una fuerte energía contractiva, por ejemplo la carne, el cuerpo nos pide un alimento con una fuerte energía expansiva, como el azúcar o el vino. El cuerpo puede mantener este equilibrio de forma más adecuada si los alimentos consumidos tienen energías moderadas: ligeramente expansivas o contractivas. (Más información en: ¿Qué es la alimentación energética?).

Estamos físicamente preparados para comer de todo sin repercusiones inmediatas pero nos conviene una dieta más vegetariana que carnívora, rica en hidratos de carbono complejos y muy especialmente cereales integrales y legumbres.

(Fuente: “El equilibrio a través de la alimentación” de Olga Cuevas, doctora en bioquímica, catedrática y especialista en nutrición y salud. )

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gustaría saber como aplicar esos principios a los menús diarios y saber qué comer cada día o bien donde encontrar esa información. Gracias

Marco A. Rdz Galaz dijo...

Muy interesante artículo para entender los principios de la alimentación del ser humano.