miércoles, 19 de julio de 2017

Francisco Varatojo

Francisco Varatojo

Querido Chico, hace ya doce años te conocimos y me hiciste uno de los mejores regalos de mi vida: LA ESPERANZA cuando empezaba a creer que me encontraba en un callejón sin salida. Me acompañaste como consultor de macrobiótica  durante muchos años en los que fui recuperando mi salud poco a a poco, hasta hoy.

Gracias a tu entusiasmo, tu alegría, tu sabiduría, tu experiencia, tu intuición, tu don para la enseñanza, tu capacidad de inspirar a los demás y todo tu trabajo enfocado a construir un mundo mejor, no sólo yo sino muchísimas personas encontraron el camino hacia una vida mucho más dichosa y feliz.

Por eso, ahora que te has marchado tan repentinamente siento una profunda tristeza por tu ausencia ya que sin duda el mundo ha perdido a una gran persona y yo he perdido a uno de los faros de mi vida y a un amigo. Sembraste tantas semillas en tantos corazones que tu sueño de que a través de la alimentación un mundo más pacífico y más en armonía con la Naturaleza es posible ya está en marcha y es imparable.

Sabes cuánto te agradezco todo lo que hiciste por mí, y sabes que es tanto que no te lo pude devolver, por eso ahora nuestro deseo de seguir trabajando en La Crisálida para compartir todo lo bueno que aprendimos junto a ti toma ahora una nueva fuerza.

Buen viaje nuestro buen amigo, ojalá que encuentres tanta luz como dejas.
Mati y yo te llevamos siempre en nuestro corazón.

/Raquel.