jueves, 29 de septiembre de 2011

¿Por qué el tomate se usa poco en la macrobiótica?

Pregunta: ¿Por qué no se puede gastar el tomate en la dieta macrobiótica? Siempre tenía entendido que es la verdura más sana.
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Respuesta: El tomate es el fruto de una planta tropical que proviene de América. En sus tierras de origen los lugareños nunca lo consumieron por considerarlo una planta ornamental. Como sus compañeras las demás solanáceas (tomate, pimiento, tabaco y patata) tiene un alto contenido en solanina, una sustancia tóxica en grandes concentraciones que además retira el calcio de los lugares del cuerpo donde debería estar para formar acumulaciones en lugares indeseados (como articulaciones) y endurecimiento de tejidos blandos, pudiendo producir su consumo a largo plazo enfermedades como las atritis, la artrosis o piedras.

El consumo de solanáceas está totalmente desaconsejado en personas que padecen de este tipo de enfermedades y para los que estamos más sanos hay que consumirlo con mucha cuidado. Quiero recalcar también que tanto el tomate como sus compañeras son plantas estacionales, esto es sólo dan sus frutos en el verano (exceptuando la patata que puede tener dos cosechas anuales), y para respetar las leyes naturales nuestro consumo debería limitarse a esta época del año y siempre con moderación.

Por estas razones la macrobiótica ofrece algunas alternativas más sanas para nuestros platos favoritos con tomate. ¡Salud y buenos alimentos!

Las etapas de transición macrobiótica

LAS ETAPAS DE TRANSICIÓN MACROBIÓTICA.

Vivimos en una sociedad en la que se buscan resultados rápidos, eficiencia y productividad. Pero el ritmo de la Naturaleza es otro y toma su tiempo modificar lo que ha tardado mucho en construirse. Hay un refrán que dice "toda cara tiene una cruz" y "cuanto más grande la cara, más grande la cruz". Lo que pretendo transmitir con la siguiente información es que tenemos que tener paciencia en cuanto a nuestro cuerpo se refiere. A veces cambiamos durante unos pocos meses algunos hábitos que estaban funcionando en nuestra vida por décadas y pretendemos ver resultados inmediatos en nuestra salud. Pero recuperar el cuerpo y sacarlo de su condición de enfermedad puede llevar un tiempo más o menos largo (según cada condición y los recursos particulares de cada cuerpo), por eso tenemos que apostar a fondo porque el cambio a un estilo de vida saludable y respetuoso con nuestro organismo dará sus frutos antes o después.

Según la Medicina China una persona completa se forma en tres ciclos de siete años. Los primeros siete años de vida se sientan las bases del desarrollo biológico y el niño siente las necesidades de nutrición y amor incondicional como imperantes en su vida. En los siguientes siete años se sientan las bases del desarrollo mental y emocional en el niño y de los catorce a los veintiún años se sientan las bases del desarrollo espiritual. A los veintiún años, idealmente, las personas están formadas y preparadas para su propia vida.

Si no hemos vivido estas etapas idealmente en su momento tenemos más tarde la oportunidad de seguir desarrollándonos y corregir las carencias. En esta evolución humana la alimentación es una herramienta muy poderosa pero no hay que olvidar que no es la única y que tenemos que desarrollar aspectos de nuestro ser que requieren también de otras.

Veamos brevemente las etapas de transición macrobiótica, esto es, los ciclos de renovación que tiene el cuerpo y que con el cambio de alimentación se ve beneficiado en la dirección de la SALUD y la VIDA:

  • Renovación de la linfa, cada 10 días. Algunas personas experimentan una mejoría rápida de su estado físico en cuanto comienzan a practicar una dieta saludable y la razón es que enseguida el cuerpo empieza a renovar y cuenta con mejores recursos.
  • Renovación de todos los glóbulos blancos, cada 60-90 días.
  • Renovación de los glóbulos rojos, cada 90-120 días. Llegados a este punto ya se ha producido una renovación completa de la sangre, que es el alimento de todas las células del cuerpo.
  • Renovación de la musculatura periférica (músculos grandes y más lisos), cada 4-18 meses. Esta suele ser una etapa crítica, pues puede haber un adelgazamiento grande y algunas personas desisten de continuar. El cuerpo está haciendo una limpieza profunda y pueden aparecer síntomas de descargas como gases, mala absorción porque el intestino no está acostumbrado a digerir los integrales… Es muy bueno hacer ejercicio físico suave, porque con la oxigenación ayudamos al cuerpo con sus cambios.
  • Renovación de la musculatura profunda (músculos pequeños que sustentan los huesos y órganos) y el sistema nervioso periférico, cada 18-36 meses. En esta etapa se producen cambios muy profundos que pueden mostrarse con descargas de limpieza en el cuerpo (mocos, constipados fuertes…) El cuerpo está centrado en hacer la limpieza y emplea mucha energía en ello. Como curiosidad comentamos aquí que la superficie de los intestinos es similar a la de un campo de fútbol y tenemos aproximadamente unos 3kg de flora intestinal. La superficie de los pulmones con sus alveolos pulmonares aproximadamente de 80m2. En esta etapa el cuerpo está enfocado en la limpieza de estos órganos de absorción nutrientes y eliminación de residuos. Como consecuencia de estos cambios profundos suelen producirse también cambios profundos a otros niveles, por ejemplo las personas se cuestionan la dirección de su vida, dónde vivir, en qué trabajar…
  • Renovación de órganos internos, sistema circulatorio y sistema nervioso autónomo, cada 3-5 años. Esta etapa es muy gratificante porque muchos desajustes antiguos, tendencias y hábitos se recolocan. También se producen cambios de valores muy profundos: agradecimiento, intención de devolver a la vida el regalo recibido. O quizás se despiertan miedos muy profundos ante la perspectiva del cambio de vida. Nos cuesta soltar y cambiar nuestras prioridades pero en la persona se despierta una necesidad de sentir que forma parte del universo y que tiene que fluir con él.
  • Renovación completa del sistema nervioso central (incluido el cerebro) cada 7 años. Llegados a este punto la base biológica está renovada y se supone que tenemos la fuerza y la “iluminación” de conectar con nuestra esencia y dirigirnos a nuestro verdadero lugar y tener el coraje de atrevernos a fluir con la vida.
La SALUD es un reto que cada persona puede atreverse a transitar. No consiste sólo en conseguir la desaparición de nuestros síntomas y molestias, va más allá. A veces la verdadera salud requiere también de cambios de perspectiva profundos en el ámbito de nuestras emociones, de nuestra aceptación y humildad para con la vida. Es un camino de aprendizaje diario. Requiere el mayor respeto con nuestro cuerpo, que es sabio y lleva sus ritmos. Por eso la enfermedad es nuestra maestra, nuestra aliada, el recurso que utiliza el cuerpo hacia su equilibrio natural. Tomémosla con amor, aprendiendo a escuchar lo que nos quiere decir, para poder llegar allí dónde quiere llevarnos, que siempre, en todos los casos es la VIDA.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Mantequilla de cebolla

Mantequilla de cebolla

Ingredientes: cebollas, aceite de sésamo (u otro) y sal marina.
  • Se cortan las cebollas a medias lunas muy finitas.
  • Se echan en una olla con un chorrito de aceite y sal.
  • Se saltean a fuego vivo moviendo continuamente hasta que empiecen a sudar su propia agua, al menos 5-10 minutos.
  • Se tapan, se pone el fuego al mínimo mínimo y se dejan cocinar en su propio jugo durante 2'5-3h. Se reduce mucho su volumen y al final queda con consistencia de mermelada o de mantequilla para untar. ¡SUPER DULCES!
NOTA: se reduce mucho el volumen de cebollas así que recomiendo hacer esta receta con un mínimo de medio- un kilo de cebollas.