sábado, 1 de agosto de 2009

¿por qué tengo tanto antojo de pan?

Pregunta de una lectora: Veo que no recomiendan el pan en la fase curativa( en que consiste eso), yo soy vegetariana aunque no totalmente porque como pescado una vez a la semana, y hasta ahora me íba muy bién, pero últimamente ya llebo varios meses, tengo mucha ansiedad por la comida, y como vorazmente, sobre todo me apetece muchísimo comer pan blanco, y no se que hacer para controlarme, si teneis algún consejo para darme. Gracias.

Respuesta: Es un poco difícil contestar tu pregunta con los poquitos datos que nos das. Sin saber casi nada sobre tus hábitos de alimentación trataremos de contestarte lo mejor posible.

Cuando hay un antojo puede deberse a carencias nutricionales, a desequilibrios energéticos o también a carencias emocionales que tratamos de cubrir con alimentos, en este último caso se trata realmente de antojos que son caprichos. Me voy a centrar en contestar tu pregunta suponiendo que no es un capricho sino una necesidad que tu cuerpo manifiesta a través del antojo.

1. Desde el punto de vista de carencias nutricionales cuando hay un apetito voraz es porque la alimentación no está equilibrada en la cantidad de nutrientes que necesitamos de los siguientes tipos: hidratos de carbono, proteínas, aceite, vitaminas y minerales.

El antojo de pan y la ansiedad por la comida está muy directamente relacionado con la falta de grasas de buena calidad en la dieta. Para solucionarlo hay que usar más aceite en la cocción de los alimentos ( y no tanto aceite en crudo), tomar más frutos secos y semillas, más pescado azul, además de blanco, y algo de marisco. Y en tu caso creo además que deberías tomar más legumbres (que son ricas en grasa y proteínas de buena calidad).

Es importante que en todas las comidas tomes cereales integrales ecológicos, que te van a cubrir las necesidades de hidratos de carbono complejos, acompañados de pescado o de proteínas vegetales como las legumbres, el tofu, el tempeh o el seitán, que además hacen la pareja perfecta porque suministran al cuerpo todos los aminoácidos esenciales que este necesita.

Haz que tus guisos sean sabrosos y variados utilizando verduras con diferentes estilos de cocción en cada comida, al menos dos: elige uno más cocinado y otro más fresco, y varía los condimentos y los aliños de los cereales y las ensaladas. No te olvides de comer una pequeña porción de algas, pues son la mejor fuente de minerales natural.

También puedes revisar si en tu caso te encontrarías mejor comiendo alguna vez más pescado a la semana. Hay personas, y este es también mi caso personal, que se quedan muy desvitalizadas y poco nutridas, de alguna manera insatisfechas con la comida, como buscando algo que les falta, por el escaso consumo de pescado semanal. Personalmente estuve un tiempo siendo vegetariana estricta y luego tomando pescado sólo una vez por semana. Con el tiempo comprobé que necesito dos o tres veces semanales para sentirme más vital y he conseguido no estar picoteando todo el tiempo entre horas, pues mi cuerpo ya no me reclama continuamente.


2. Desde el punto de vista de carencias energéticas debes considerar que el cuerpo necesita que haya un equilbrio entre alimentos contractivos y expansivos, un equilibrio ácido-alcalino, un equilibrio de texturas en cada comida (suave, crujiente, fresco, cocinado, masticar), y un equilibrio de los 5 sabores (salado, ácido, amargo, dulce y picante. Debiendo ser nuestra comida un 90% dulce natural y un 10% de toques de los otros cuatro).

Si tienes mucho antojo de pan, que es de textura crujiente, revisa que en tu alimentación esté esta textura a menudo, por ejemplo con frutos secos y semillas tostadas, con verduras ligeramente escaldadas, ligeramente al vapor o en salteados cortos. Y vigila mucho de no abusar de las tan populares tortitas de arroz o de maíz porque su consumo crea mucha ansiedad por la comida.


Además de lo dicho es importante considerar que el pan crea de por si mucha ansiedad, que necesitaremos cubrir por ejemplo comiendo más pan y creando un círculo cerrado. Esto es debido a la condición energética que nos produce el pan por el tipo de alimento que es y la forma en que se ha cocinado. Comer pan nos seca, nos contrae, nos tensa y nos crea ansiedad por eso no recomendamos comer pan a diario, porque su energía es muy extrema. Y cuando deseemos comer un poco es mejor cocinarlo ligeramente al vapor, para que quede tierno y más jugoso y así rebajar su condición.

Si practicas una dieta macrobiótica abierta y rica te sentirás satisfecha después de cada comida y no tendrás necesidad de picar entre horas.

Por otro lado preguntas qué es la fase curativa, para contestar esta parte puedes consultar el siguiente enlace:

Espero haberte ayudado. Gracias por colaborar en nuestra sección.
Un saludo cariñoso.

/Raquel.

5 comentarios:

bepaco dijo...

Hola Raquel, me alegro de tu respuesta, creo que me va a ayudar mucho tus consejos, tengo que decirte para que conozcas un poco mas mis habitos alimenticios que llevaba dos años sin comer carne ni leche (de vez en cuando tomaba queso ecolójico y yogur de cabra),los únicos lacteos que tomaba,tomaba todo tipo de verduras bien sea salteadas, crudas o en puré, mucha legumbre mezcladas con cereales integrales, y algo de pescado pero esporadicamente como te dije, y el pan que comía eran dos tostadas de pan integral sin sal de panadería, y en la comida una tostada integral con levadura madre. Después también tomaba frutos secos y cereales integrales, y algas que añadía a las ensaladas que todo los días tomaba por la noche. La verdad que me encontraba bien de salud, porque ademas practicaba yoga, y en general estaba estupendamente. Pero nosé que me pasó de repente que empezé a sentirme baja de moral, sin ganas de nada y sin entusiasmo por nada en la vida(supongo que pasé por un bajón emocional) y fué entonces cuando empezé a dejar de practicar yoya y también comenzé a comer sin sentido, como ya todo me daba igual comía un montón de bollería industrial, galletas, chocolate, en fín mucho dulce y también pan, incluso me pasaba toda la noche en la cocina comiendo sin parar todo lo que encontraba en los armarios. y claro luego me sentía mal conmigo misma y al día siguiente ayunaba o comía solo fruta hasta que volvía a empezar. En fin fué un año horroroso en el que engordé 15 kilos. Ahora estoy en una fase que quiero empezar de nuevo a cuidarme pero me está costando, por eso necesito de tu ayuda y me alegro de haberte encontrado, creo que tus consejos pueden ayudar a mucha gente.Yo voy a empezar a seguirlos y ya te contaré como me va.Muchas gracias por todo, y hasta pronto. Un saludo Bea.

Min_Joung dijo...

Mil gracias de las ideas. Como en Chile el pan forma parre de las dos o incluso tres comidas diarias, es muy dificil dejar de pensar en él. Voy a buscsr de qué forma reemplazar la textura.

Min_Joung dijo...

Mil gracias de las ideas. Como en Chile el pan forma parre de las dos o incluso tres comidas diarias, es muy dificil dejar de pensar en él. Voy a buscsr de qué forma reemplazar la textura.

Unknown dijo...

Hola, a mi se me antoja tanto el pan!!
hoy por ejemplo fui a la tienda a comprar un shampu para mi perrita, entonces vi el pan en la vitrina y trate de resistir mi antojo, regrese a casa la bañe y quise concentrarme y empezar a trabajar pero realmente no podía, por que en mi mente estaba el pan de por medio, despues de 2 horas no podía y tuve que ir a la tienda y comprarlo, se que no estoy teniendo una buena alimentación, en mis comidas mayormente esta el pan y el bizcocho no me importa a la hora que los consumo, realmente he engordado los rollitos se me salen por todos lados y pues no se que hacer por que no puedo controlar, también cuando almuerzo estoy llena pero necesito comer mas y como..., luego se me antoja algo dulce, ayuda por favor estoy muy desesperada :(

LEON_CARLOS dijo...

Yo comía mucho pan, hasta unas 5 piezas al día. Y aunque siempre he hecho mucho ejercicio y toda mi demás alimentación es muy sana, empecé a engordar por ese exceso. Finalmente de un tajo dejé de comer pan hace casi 7 meses, en los que he bajado 10 kilos (únicamente no consumiendo pan, todo lo demás sigue igual: comidas, antojos, ejercicio, etc); incluso llegué a pensar que iba a sufrir síndrome de abstinencia, pero no. Era tanto mi deseo de regresar a mi peso ideal que no extrañé para nada los panes. Pero... en las últimas dos semanas he tenido un antojo irresistible por el pan, pero no quiero regresar a lo de antes, así que trato de aplacar ese deseo con otros alimentos que me brinden carbohidratos, como las semillas y frutos secos. Aún así, sólo ayer me cumplí el antojo de un tamal de dulce con un café para el desayuno y me supo muy rico.