domingo, 23 de marzo de 2008

Gomawakame

Ingredientes: alga wakame, semillas de sésamo (blanco o negro).

  • Tostamos unas algas en la sartén, hasta que cambien de color y estén crujientes.
  • Las molemos en un mortero estriado (o suribachi) junto con las semillas de sésamo (al 50%).
Nota: Nos quedará un polvo de color oscuro y de sabor marino, muy rico para añadir a verduras, cereales e incluso sopas.

Cebollino con miso

Ingredientes: cebollino, miso, ceite, agua y sésamo.

  • Lavar y picar el cebollino en pequeños trozos.
  • Añadir unas gotas de aceite de sésamo en una sartén y saltear, añadiendo más agua si es necesario. Saltear durante 2 min.
  • Añadir un poco de miso diluido en un poco de agua.
  • Añadir unas semillas de sésamo trituradas (en un mortero estriado o suribachi).
  • Debe quedar una consistencia de pasta.
  • Se sirve una cucharita por comensal, en el cereal.

Lentejas con rabanitos

Ingredientes: lentejas pardas, rabanitos, alga kombu, sal y salsa de soja (shoyu)
Cantidades: 1/2 vaso de lentejas para 4 personas aprox.

  • Limpiar y lavar las lentejas.
  • Cocer junto con la verdura (en trozos grandes) y un poco de alga kombu, a fuego mínimo, durante 45 min o hasta que estén tiernas.
  • Añadir la sal.
  • Cocer unos minutos más, y añadir unas gotas de salsa de soja.
  • Servir con perejil crudo bien picadito, o cebollín.

Lentejas con puerros y maíz

Ingredientes: lentejas pardas, puerros, maíz,alga kombu, aceite, agua, sal y salsa de soja.
Cantidades: 1/2 vaso de lentejas para 3-4 personas. Verduras al gusto.

  • Saltear las verduras troceadas en juliana, con poco aceite y con sal.
  • Añadir las lentejas previamente limpiadas y lavadas; y un trocito de alga kombu.
  • Cocer a mínimo con agua suficiente, durante 45 min, o hasta que estén tiernas.
  • Añadir la sal y cocer unos min más.
  • Reducir el líquido para que queden jugosas pero con poca agua.
  • Sazonar con unas gotas de salsa de soja
  • Servir con un poco de perejil picado o cebollín.

Soja negra en cocción básica

Ingredientes: soja negra, alga kombu, sal, salsa de soja y agua.
Cantidades: 1/2 vaso para 3-4 personas.

  • Lavamos y remojamos la soja negra durante toda la noche.
  • Aprovechando el agua del remojo añadimos un trozo de alga kombu y cocemos en la olla a presión durante 40 min, a fuego mínimo.
  • Abrimos la olla, añadimos un poco de sal y cocemos 5 min más.
  • Sazonamos con unas gotas de salsa de soja y partimos el alga en trozos pequeñitos.
Nota: La soja negra puede comerse en esta cocción simple o ser utilizada en otros platos: añadida a sopas, con el cereal, en estofados, en salteados, en "patés", etc.

Arroz con castañas

Ingredientes: arroz, castañas, sal y agua.
Cantidades: 1:2 arroz:agua, 4-5 castañas por persona. 1 vaso de arroz para 4 personas aprox.

  • Lavamos el arroz y las castañas (si son pilongas) y lo dejamos en remojo toda la noche, en el doble de su volumen de agua.
  • Añadimos una pizca de sal.
  • Cocemos a fuego mínimo durante 45 min.
  • Dejamos reposar unos 5-10 min.
Este arroz, de delicioso sabor dulce se puede acompañar con gomasio o comerlo sólo.

viernes, 14 de marzo de 2008

arroz dulce con azukis y castañas.

Ingredientes: arroz dulce (glutinoso), azukis, castañas, agua y sal.
Cantidades: 3:1 arroz:azukis + algunas castañas. (1 vaso de arroz para 3-4 personas aprox).

  • Lavar y remojar el arroz dulce toda la noche.
  • Lavar y remojar las azukis junto con las castañas (separadas del arroz), toda la noche.
  • Cocer las azukis junto con las castañas a fuego mínimo durante 30 min, sin sal.
  • Juntar el arroz junto con las azukis y las castañas y cocer con 2 volúmenes de agua (aprovechando el agua del remojo del arroz y las azukis), con una pizca de sal, en olla tapada durante 45 min, y dejar reposar 10 min más.
  • Delicioso arroz de sabor muy dulce que podemos decorar con cebollino crudo picado, perejil, o gomasio.

Tortitas de arroz

Ingredientes: arroz cocido, mochi y salsa de soja (shoyu).
Cantidades: 70% arroz + 30% mochi, más o menos.

  • Rallar el mochi muy fino.
  • Mezclar con el arroz cocido y darle forma con las manos de tortitas, de cierto grosor.
  • En un cazo tapado y seco (sin aceite ni agua) poner las tortitas a fuego mínimo.
  • Esperar que el mochi se infle y se dore, y darles la vuelta para dorarlas también por el otro lado.
  • Las tortitas deben quedar crujientes por fuera y tiernas por dentro, y no deben pegarse al cazo.
Nota: deliciosas con gomasio, semillas, compotas de fruta o como acompañamiento de verduras.
También las podemos hacer con cualquier otro cereal.

Salsa agridulce

Ingredientes: vinagre de arroz, sirope de arroz y agua.
Cantidades: al gusto.

  • Hacemos una salsa vinagreta mezclando los ingredientes y rebajando con agua hasta conseguir el sabor agridulce deseado.

Nota: muy rica para acompañar ensaladas, verduras escaldadas, tempura o sobre el cereal.

Rebozado sin huevo

Ingredientes: harina blanca o harina de garbanzo, pan rallado, agua y sal.

  • Se mezclan la harina, el agua y la sal hasta conseguir una textura bastante líquida, de consistencia similar al huevo batido.
  • Rebozamos las verduras, las croquetas o lo que vayamos a freír en esta masa y luego en el pan rallado ¡y listo!

martes, 11 de marzo de 2008

¿Qué es la alimentación energética?

La alimentación energética es aquella que considera la energía de los alimentos y los estilos de cocción para conseguir el equilibrio de las personas en sus cuerpos físicos, emocionales y mentales. De esta manera la forma en que comemos se convierte en una herramienta que nos ayuda en nuestro bienestar.

Para entender el concepto de energía aplicado a la alimentación vamos a recordar que el mundo en el que vivimos está siempre en continuo cambio. Nuestro planeta gira sobre sí mismo (día y noche), y alrededor del sol (las estaciones). A su vez el sistema solar gira sobre sí mismo y alrededor del centro de su galaxia (la Vía Láctea) y así sucesivamente. La vida es energía en transformación.

Nuestro entorno físico, emotivo y social cambia continuamente. Para no enfermar en este mundo tan cambiante tenemos que tener una buena capacidad de adaptación: no estar ni muy rígidos ni demasiado flexibles (flojos). Si estamos demasiado rígidos las inclemencias nos pueden "partir", y si estamos demasiado frágiles o débiles seguro que no podemos hacer frente a las dificultades. Cada uno tiene que encontrar ese punto intermedio entre la rigidez extrema y la debilidad.

Por otro lado, el hombre vive influenciado por las energías del Cielo y de la Tierra. El Cielo hace llover energía electromagnética sobre la Tierra en forma de rayos solares y de otras radiaciones estelares y planetarias; esta energía "aprieta" las cosas sobre la Tierra, produciendo efectos contractivos. A su vez la Tierra, que se comporta como un gigantesco imán, en su movimiento genera un campo electromagnético que impregna todo lo que habita sobre ella, su fuerza va de dentro hacia afuera, produciendo efectos expansivos.

En toda sustancia material hay un equilibrio entre las fuerzas que mantienen unidas a sus partículas (fuerzas contractivas) y las que hacen que se repelan (fuerzas expansivas). Aquellas sustancias en las que predominan las fuerzas contractivas les llamaremos estructuras yan y aquellas en las que predominan las expansivas, les llamaremos estructuras yin.

Lo que nos interesa es su aplicación a la alimentación. En realidad sólo se trata de comprender el dicho: "Somos lo que comemos". Si comemos demasiados alimentos de estructura yan, nos volveremos rígidos y si comemos demasiados alimentos de estructura yin nos volveremos flojos. Si comemos equilibrado, no estaremos ni muy rígidos ni muy flojos , estaremos elásticos y podremos adaptarnos a los continuos cambios que ocurren en ese fluir de energía que llamamos VIDA. Si embargo si comemos alimentos con energías muy extremas (demasiado contractivas o demasiado expansivas), será muy difícil mantener el equilibrio; lo más probable es que algunas de nuestras estructuras se rompan y otras se descompongan.

Las personas más equilibradas son aquellas cuya vida se adecua más a sus características constitucionales (físicas, emotivas y mentales), son las que desean lo que necesitan. Si estamos interesados en practicar el arte del equilibrio tenemos que comenzar por conocernos a nosotros mismos y a nuestro entorno, para satisfacer en él nuestras necesidades físicas, emotivas y mentales. La alimentación energética ofrece la herramienta para conseguir el equilibrio a través de la alimentación.

(Fuente: "El equilibrio a través de la alimentación. Sentido común, ciencia y filosofía oriental" Olga Cuevas Fernández. )

¿Qué es una alimentación equilibrada?

En los tiempos que corren existe mucha información y muy confusa en cuanto a qué es exactamente una alimentación equilibrada y saludable. Esto es en cierta medida debido a que en nuestra sociedad de consumo interesa este cierto grado de confusión que los comerciantes aprovechan para realzar las particularidades de sus productos y vendérnoslos con “análisis parciales” y a veces hasta “científicos” de sus bondades. Así en la publicidad diaria encontramos yogures con calcio, con bífidus activos, alimentos con vitaminas añadidas y una gran variedad de productos “naturales” y “sanos”.

Pero no podemos perder la perspectiva de que una alimentación natural y sana no consiste únicamente en consumir alimentos naturales y supuestamente sanos, también es importante las proporciones que se consumen. Así, en un ejemplo trivial, comer manzanas es saludable, pero comerse tres kilos de manzanas diarias durante un largo periodo de tiempo deja de serlo, y esto es bastante fácil de entender. No sólo porque todo exceso es perjudicial sino también porque dejaremos de consumir otros alimentos en su lugar y nuestra dieta no tendrá la variedad necesaria.

Así que nos preguntamos ¿en qué consiste una alimentación equilibrada? En la cultura popular encontramos que esto significa más o menos: “comer de todo y variado”. Pero a nuestro juicio esta definición sigue siendo escasa y poco clara. Podríamos definir así:

Una alimentación equilibrada es aquella que, proporciona el mejor estado de salud para cada persona. El estado de salud depende además de la constitución física, del medio en que vivimos y de cómo nos movemos en él.

Para contestar a la pregunta de ¿qué debemos comer? La abordaremos desde tres aspectos diferentes:

1. Atendiendo a las características de nuestro sistema digestivo:

  1. Tenemos 32 piezas dentales: 4 caninos para morder y desgarrar, 8 incisivos para cortar y trocear y 20 molares para aplastar y moler. Esto nos da una idea de que nuestra dieta debe consistir en: 5/8 cereales integrales, 2/8 hortalizas y frutas y 1/8 carnes y productos animales.
  2. La longitud de nuestros intestinos se aproxima más a la de los herbívoros que a la de los carnívoros. (Los alimentos de origen animal se pudren más rápidamente en los intestinos produciéndose sustancias potencialmente tóxicas a medida que van descomponiéndose.)
  3. Nuestra saliva es ligeramente alcalina y contiene amilasas, enzimas que ayudan a digerir los hidratos de carbono complejos presentes casi exclusivamente en el mundo vegetal. Sin embargo la saliva de los carnívoros es ligeramente ácida y no contiene amilasas.

2. Atendiendo a la proporción lógica de nutrientes:

Siguiendo la lógica marcada por la naturaleza, vamos a analizar la leche materna, que es el único alimento diseñado por ella con todos los ingredientes necesarios para el desarrollo del ser humano.

100gr de leche materna = 0’15 gr – minerales y vitaminas + 1’2 gr de proteínas + 3’7 gr de grasa + 7’1gr de carbohidratos + 87’5 ml de agua.

Las proporciones quedan más o menos como sigue, tras considerar que el bebé necesita más energía para su crecimiento y por eso su alto contenido en grasa, y agrupando las grasas y los hidratos de carbono por considerar que cumplen la misma función energética:

1: 7 minerales y vitaminas: proteínas

1:7 proteínas: carbohidratos y grasas

1:7 carbohidratos y grasas: agua

1:7 agua: oxígeno

Vitaminas: verduras, frutas, cereales integrales y legumbres.
Minerales: algas, verduras, cereales integrales y legumbres.
Proteínas: cereales + legumbres (en proporción 3:1), carnes, pescados y otros productos animales.
Grasas: semillas, cereales, legumbres, carnes, pescados y otros productos animales.
Carbohidratos: verduras, fruutas, cereales integrales, legumbres.

Los cereales integrales, las legumbres, verduras y frutas, tienen sus tres principales nutrientes en cantidades equilibradas así como cantidades apropiadas de minerales y vitaminas. (Los nutrientes “de laboratorio” nos pueden proporcionar suplementos rápidos, pero a la vez corremos el peligro de romper el equilibrio entre los nutrientes).

Cuando no hay equilibrio nuestro organismo nos avista con las APETENCIAS: por ejemplo un exceso de minerales y vitaminas querrá ser compensado con más proteínas, grasas, hidratos de carbono y agua. (Más información en: ¿Qué significan los antojos?)

3. Atendiendo a la energía de los alimentos:

En términos de salud humana necesitamos un equilibrio dinámico entre los alimentos con energía más expansiva y aquellos con energía más contractiva. Así cuando consumimos alimentos con una fuerte energía contractiva, por ejemplo la carne, el cuerpo nos pide un alimento con una fuerte energía expansiva, como el azúcar o el vino. El cuerpo puede mantener este equilibrio de forma más adecuada si los alimentos consumidos tienen energías moderadas: ligeramente expansivas o contractivas. (Más información en: ¿Qué es la alimentación energética?).

Estamos físicamente preparados para comer de todo sin repercusiones inmediatas pero nos conviene una dieta más vegetariana que carnívora, rica en hidratos de carbono complejos y muy especialmente cereales integrales y legumbres.

(Fuente: “El equilibrio a través de la alimentación” de Olga Cuevas, doctora en bioquímica, catedrática y especialista en nutrición y salud. )

La leche y el problema de las grasas

Autora: Olga Cuevas, doctora en Bioquímica.

Ver artículo.

¿Cómo es posible que no engorde con todo lo que como?

Aunque parezca increíble, en nuestra sociedad de sobreconsumo, hay muchas personas que desean engordar y no pueden. El hecho de no engordar puede responder a muchos factores, por ejemplo no se realiza una asimilación correcta de los nutrientes en el intestino delgado o el metabolismo está muy acelerado. No podemos contestar aquí abarcando todas las patologías que existen pero podemos dar una idea general del funcionamiento normal del cuerpo para comprender qué puede estar pasando.

Cito aquí un extracto del libro de José María Villagrasa "Dioses en el desempleo", que responde muy bien esta cuestión.

"En lo que respecta a la salud, existen dos variables muy diferenciadas: la primera, la cantidad y calidad de la alimentación ingerida por el individuo y, la segunda, la capacidad de asimilación y eliminación de la misma.

Cantidad y calidad de la alimentación

El ser humano necesita nutrirse de alimentos que contengan todos los nutrientes, elementos necesarios que forman parte de un alimento para mantener una doble función en el organismo. Por un lado, producir la suficiente energía para que el individuo pueda desarrollar una actividad normal y por el otro, atender a la reconstrucción celular y al crecimiento.

¿Qué sucede cuando se ingieren muchos más nutrientes de los necesarios?
En general, estos nutrientes son difícilmente absorvidos en el proceso digestivo, en que se producen multitud de alteraciones, las más importantes de las cuales afectan al hígado. Las funciones de este órgano están directamente relacionadas con el crecimiento del organismo, en primer lugar, y en segundo lugar, con la eliminación de los nutrientes residuales. Podemos repasar de forma sucinta estas funciones:

Primera: Producción de energía. Con parte de las proteínas (sobre todo sus aminoácidos) y las grasas, el hígado fabrica glucosa (que se convierte en energía). Si existe una ingestión excesiva de estos nutrientes se produce un profundo desequilibrio en su distribución por todo el cuerpo.

Segunda: Almacenamiento de energía. Como hemos apuntado anteriormente, el hígado, a partir de las grasas y proteínas, produce glucosa en forma de glucógeno y lo almacena. Además transforma en grasa los hidratos de carbono ingeridos que son almacenados en diversos depósitos distribuidos por todo el cuerpo.

Tercera: Metabolismo de los aminoácidos de las proteínas. El hígado, puede tanto desintegrarlos como sintetizarlos. En realidad, su función no es más que la de organizar los aminoácidos de las proteínas animales y vegetales ingeridos en cadenas de aminoácidos humanos (en el orden en el que estos aminoácidos se encuentran en la célula humana). Quizás esta sea su misión más importante, ya que de ella depende el crecimiento.

Cuarta: Eliminación de las toxinas. Tanto las producidas a través de la alimentación como las ajenas a ella (respiración, proceso psíquico) son hidrolizadas en el hígado para ser eliminadas a través de los riñones. En este aspecto, el hígado sintetiza también la urea, elemento de desecho digestivo, que es asimismo eliminada a través de los riñones.

Así pues, desde un punto de vista somático, una nutrición excesiva va a ocasionar gravísimos problemas orgánicos, porque obligará al hígado a consumir una cantidad extra de energía en los procesos de la digestión, la cual debería ser invertida en otros menesteres del desarrollo del hombre (factores psicológicos, espirituales).

Los nutrientes excesivos, acumulados y no bien asimilados, acostumbran a no eliminarse correctamente y pueden ser transportados por la sangre e implantarse en las células de maneras muy comprimidas, lo que en naturismo se llama "calcificación". Cuando esto sucede, la acumulación exige al organismo la ingestión de grandes cantidades de agua, porque tanto el exceso de grasas como el de hidratos de carbono producen calor, que deberá ser refrigerado de forma inmediata. No es más que la aplicación de Yin-Yang. Una acumulación Yin produce calor Yang, el cual reclama agua Yin. El agua actúa como reactivo y es la responsable de la dilatación celular y de la acumulación de líquidos en diversas partes del cuerpo. De esta forma aparece la obesidad que puede encontrarse en todo el cuerpo o en partes del mismo. De ello también dependen síntomas extraños como la celulitis, las estrías y otras muchas deformaciones corporales. "

Aconsejamos pues a todas las personas que deseen engordar que revisen sus hábitos alimenticios. La clave puede ser tan simple como reducir la cantidad de alimentos ingeridos y revisar que la alimentación sea equilibrada, esto es que las proporciones entre cereales, proteínas (pescado, carne o legumbres y sus derivados), verduras y frutas sea correcta. Por supuesto recordar que el ejercicio físico moderado y habitual es fundamental para la adecuada absorción de nutrientes y el funcionamiento óptimo del cuerpo.


viernes, 7 de marzo de 2008

Gelatina de fresas

Ingredientes: zumo de manzana, fresas, sal y agar agar.
Cantidades: 1 vaso de zumo para 4-5 personas, 1 cucharada sopera de copos de agar agar.

  • Cocer el zumo de manzana, con una pizca muy pequeña de sal y los copos de agar agar, hasta que se hayan disuelto bien (unos 8-10 min).
  • Verter el zumo en unos recipientes para postre.
  • Laminar las fresas y echarlas en los recipientes junto con el zumo.
  • Esperar a que enfríe y tome una consistencia de gelatina.
Nota: también se puede servir en un molde único y luego cortar pedazos, como si fuera una tarta de gelatina.

Crema suave de puerros e hinojo

Ingredientes: puerro, hinojo, bebida de avena, copos de avena, agua y sal.
Cantidades: más puerros que hinojo, media cuchara de copos por persona. 3/4 de vaso de líquido por persona.

  • Cocer los puerros cortados en pedacitos, algunos troncos de hinojo en el agua con un buen chorro de bebida de avena y los copos. Cocer a fuego mínimo durante 25 min.
  • Añadir un poco de sal y cocer unos min. más.
  • Batir para conseguir una textura cremosa.
  • Decorar con las hojas del hinojo cortadas muy finitas.

Salsa de miso y zumo de naranja.

Ingredientes: el zumo de una naranja pequeña (o mandarina), miso y ralladura de naranja.

  • Mezclar bien el zumo con una cucharita de mugi miso y la ralladura de naranja.
  • Esta salsa va muy bien para ensaladas.

Callos de seitán casero con cebolla y aceitunas

Ingredientes: harina de gluten de trigo, agua y salsa de soja (shoyu), cebolla, aceitunas negras, jengibre, laurel y aceite de oliva.
Cantidades: 1 vaso de harina de gluten de trigo + 1 vaso de líquido para 4-5 personas.

  • Callos de seitán: se mezcla la misma cantidad de harina de gluten con líquido a temperatura ambiente o frio (agua 70% + shoyu 30%). Mezclar muy bien hasta que la masa tome todo el líquido. Dejar reposar más de 2h.
  • Con las manos, tomar pedacitos del seitán haciendo pellizcos (callos). (opcional: freír con poco aceite para que se doren por fuera).
  • En una sartén saltear las cebollas cortadas en medias lunas unos 5 min.
  • Mezclar con los callos de seitán, saltear 2-3min más y cocer, con un fondillo de agua, una hoja de laurel y unas láminas de jengibre, y a fuego bajo durante 30-45 min.
  • En los últimos minutos añadir las aceitunas negras deshuesadas y cocer todo junto.

martes, 4 de marzo de 2008

Tofu a la crema

Ingredientes: tofu, cebollas, ajo, aceite de oliva, bebida de arroz o avena, shoyu (salsa de soja), sal ykuzu.
Cantidades: verduras y tofu al gusto, 1/2 c.c de aceite, un chorro de bebida, unas gotas de shoyu, y 1/2 c.c de kuzu por persona.

  • Se corta el tofu en taquitos y las cebollas en medias lunas.
  • Se saltean las cebollas y el tofu hasta que queden transparentes, unos 5-7 min.
  • Añadimos un chorro de bebida de avena/arroz y una pizca de sal y cocemos a fuego bajo unos 7-10 min más.
  • Espesamos el líquido con un poco de kuzu diluido en agua fría removiendo hasta conseguir una consistencia de salsa cremosa.

Crema suave de ortigas

Ingredientes: cebollas, ortigas, copos de avena, aceite, sal, un chorro de bebida de avena o arroz.

  • Saltemos las cebollas, cortadas en trozos pequeños, con muy poco aceite, durante 3-5min.
  • Añadimos las ortigas bien lavadas y salteamos 1 min más.
  • Cubrimos de agua, añadimos un cucharada sopera de copos de avena y un chorro de bebida de avena y cocemos a fuego mínimo 20-25min.
  • Pasamos por el pasapurés o la batidora para conseguir una crema de textura muy suave.

Tortitas de azuki a la plancha

Ingredientes: azukis cocidas y escurridas, arroz cocido y cebollino/perejil, shoyu. Opcional: harina.
Cantidades: al gusto.

  • Se hace una pasta con las azukis y el arroz en el suribachi.
  • La sazonamos con un chorrito de shoyu y cebollino o perejil bien picado.
  • Con las manos hacemos tortitoas y las hacemos a la plancha con muy poco aceite y a fuego bajo por cada cara, hasta que se doren. (Si la masa no tiene la suficiente consistencia se añade un poco de harina).

Paté de azukis

Ingredientes: azukis cocidas, arroz cocido, cebollino/perejil/verde de puerro, natto miso.
Cantidades: al gusto.

  • Se mezclan las azukis y el arroz (bien escurridos) en el suribachi y se majan bien, hasta que tengan una textura de crema.
  • Se aliña el paté con un poco de natto miso y cebollino y hoja verde de puerro bien picado. (O también con perejil)
  • Servir del tiempo.

lunes, 3 de marzo de 2008

Tarta de Tiramisú

Ingredientes: amasake, bebida de avena, pan de trigo germinado o galletas, agar-agar, kuzu, café yanoh.
Cantidades: 120-125gr amasake, igual de bebida de avena, 1 cucharita rasa de copos de agar-agar + 1/3 de cucharita de kuzu, por persona.

  • Mezclamos el amasake con la misma cantidad de bebida de arroz o avena.
  • Cocemos este líquido junto con los copos de agar-agar hasta que se hayan disuelto bien (5-10min).
  • Espesamos el líquido con kuzu diluido en agua fría, que añadimos en el último momento en la cocción.
  • En una bandeja ponemos una base de rebanadas de pan de trigo germinado o de galletas, y las remojamos con café yanoh disuelto en agua.
  • Sobre esta base echamos el puré de amasake.
  • Esperamos que se enfríe y adquiera la textura de flan, fácil de cortar.
  • Antes de servir decoramos con café yanoh por encima.

Copa Bicolor


Copa bicolor.
Ingredientes: azukis, amasake, orejones, zumo de manzana, ralladura de naranja/mandarina, kuzu y sal.
Cantidades: al gusto.


  • Lavamos y remojamos las azukis toda la noche en zumo de manzana+agua.
  • Las cocemos junto con el líquido del remojo al que además añadimos unos orejones lavados y troceados pequeños, durante 1:30 a fuego mínimo o 1h en olla a presión. Debe quedar un puré muy blando.
  • Reducimos bastante el líquido de la cocción y hacemos un puré espeso (de color chocolate).
  • Por otro lado hacemos unas natillas de amasake a las que le añadimos un toque suave de ralladura de naranja.
  • Servimos en una copa de cristal la mitad de puré dulce de azukis y encima las natillas de amasake.
  • Decoramos con un poco café yanoh.