martes, 11 de marzo de 2008

¿Qué es la alimentación energética?

La alimentación energética es aquella que considera la energía de los alimentos y los estilos de cocción para conseguir el equilibrio de las personas en sus cuerpos físicos, emocionales y mentales. De esta manera la forma en que comemos se convierte en una herramienta que nos ayuda en nuestro bienestar.

Para entender el concepto de energía aplicado a la alimentación vamos a recordar que el mundo en el que vivimos está siempre en continuo cambio. Nuestro planeta gira sobre sí mismo (día y noche), y alrededor del sol (las estaciones). A su vez el sistema solar gira sobre sí mismo y alrededor del centro de su galaxia (la Vía Láctea) y así sucesivamente. La vida es energía en transformación.

Nuestro entorno físico, emotivo y social cambia continuamente. Para no enfermar en este mundo tan cambiante tenemos que tener una buena capacidad de adaptación: no estar ni muy rígidos ni demasiado flexibles (flojos). Si estamos demasiado rígidos las inclemencias nos pueden "partir", y si estamos demasiado frágiles o débiles seguro que no podemos hacer frente a las dificultades. Cada uno tiene que encontrar ese punto intermedio entre la rigidez extrema y la debilidad.

Por otro lado, el hombre vive influenciado por las energías del Cielo y de la Tierra. El Cielo hace llover energía electromagnética sobre la Tierra en forma de rayos solares y de otras radiaciones estelares y planetarias; esta energía "aprieta" las cosas sobre la Tierra, produciendo efectos contractivos. A su vez la Tierra, que se comporta como un gigantesco imán, en su movimiento genera un campo electromagnético que impregna todo lo que habita sobre ella, su fuerza va de dentro hacia afuera, produciendo efectos expansivos.

En toda sustancia material hay un equilibrio entre las fuerzas que mantienen unidas a sus partículas (fuerzas contractivas) y las que hacen que se repelan (fuerzas expansivas). Aquellas sustancias en las que predominan las fuerzas contractivas les llamaremos estructuras yan y aquellas en las que predominan las expansivas, les llamaremos estructuras yin.

Lo que nos interesa es su aplicación a la alimentación. En realidad sólo se trata de comprender el dicho: "Somos lo que comemos". Si comemos demasiados alimentos de estructura yan, nos volveremos rígidos y si comemos demasiados alimentos de estructura yin nos volveremos flojos. Si comemos equilibrado, no estaremos ni muy rígidos ni muy flojos , estaremos elásticos y podremos adaptarnos a los continuos cambios que ocurren en ese fluir de energía que llamamos VIDA. Si embargo si comemos alimentos con energías muy extremas (demasiado contractivas o demasiado expansivas), será muy difícil mantener el equilibrio; lo más probable es que algunas de nuestras estructuras se rompan y otras se descompongan.

Las personas más equilibradas son aquellas cuya vida se adecua más a sus características constitucionales (físicas, emotivas y mentales), son las que desean lo que necesitan. Si estamos interesados en practicar el arte del equilibrio tenemos que comenzar por conocernos a nosotros mismos y a nuestro entorno, para satisfacer en él nuestras necesidades físicas, emotivas y mentales. La alimentación energética ofrece la herramienta para conseguir el equilibrio a través de la alimentación.

(Fuente: "El equilibrio a través de la alimentación. Sentido común, ciencia y filosofía oriental" Olga Cuevas Fernández. )

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