viernes, 15 de septiembre de 2017

Seitán casero

Seitán casero

El seitán es un alimento elaborado a partir de la harina de trigo. Su preparación es sencilla aunque puede resultar un poco laboriosa y consiste en hacer una masa con harina de trigo y agua e ir lavándola muchas veces hasta que deje de soltar el almidón y en la masa quede sólo el glúten. Por fortuna se vende harina de glúten de trigo así que nos podemos ahorrar la primera parte del proceso y elaborar seitán en casa de manera muy fácil y rápida.

El seitán es una alimento rico en proteínas, que combinado en el menú con algún cereal integral provee de proteínas completas, fáciles de digerir y sin los inconvenientes de las proteínas de la carne. Por su textura y apariencia podemos cocinarlo como si lo fuera, por eso lo llaman "carne vegetal". Así que podéis dejar volar vuestra imaginación y hacer en casa todas esas recetas que sabéis de carne, pero con seitán (seitán en estofado, en albóndigas, en salsa, a la plancha...). ¡Os sorprenderá!

El seitán es un alimento muy elástico que ayuda al corazón a mantener su elasticidad. Por su forma de ser elaborado también es un alimento que calienta profundamente el cuerpo y por lo tanto es muy adecuado para el invierno. 

Ingredientes: harina de glúten de trigo, agua, salsa de soja (o en su defecto sal), 4 dientes de ajo, 6 rodajas de jengibre (o una cucharada de jengibre en polvo), hoja de laurel y verduras al gusto para un caldo. 

Modo de preparación:
  • Mezclar en un vaso de agua un buen chorro de salsa de soja y el líquido resultante lo mezclamos con la harina de glúten y formamos bolas con nuestras manos. Si no disponemos de salsa de soja podemos sazonar el agua con sal, con jengibre, con hierbas, con especias... esto es para darle un poco de sabor y condimento al seitán que de otra manera quedará bastante soso. Estas bolas de masa las vamos a cocinar en un caldo sabroso y van a crecer mucho en tamaño, por eso es conveniente que no sean muy grandes (como mucho que quepan en la palma de nuestra mano).
  • Preparamos una olla grande con mucha agua y podemos añadir algunas verduras para dar un poco de sabor al caldo donde vamos a cocer el seitán. En esta ocasión yo eché sal, dientes de ajo y rodajas de jengibre (el ajo y el jengibre ayudarán al seitán a crecer y esponjarse, de otra manera puede quedar un poco duro), laurel, media cebolla, una zanahoria, unos granos de pimienta. 
  • Cuando el caldo hierva introducimos las bolas de seitán para cocinarlas por una hora y media como mínimo, mejor dos horas. Así quedará tierno y jugoso.
  • Lo podemos reservar en la nevera guardado dentro de este caldo para que siga manteniéndose tierno y no se reseque por unos 5 días. O bien podemos envasarlo al vacío o congelarlo para una mayor conservación.
La siguiente es una foto las bolas de seitán antes de cocerlas, para que veáis lo que han crecido en tamaño.

Os animo a practicar, el seitán hace las delicias de niños y mayores, y como tiene un sabor bastante neutro podemos integrarlo en platos de todo tipo. Su textura y sabor son deliciosos.


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