martes, 15 de enero de 2008

¿Por qué debemos remojar los cereales integrales y las legumbres?

Existen muchas formas de cocinar los cereales integrales. Todas son buenas, pero es importante saber que cocinar los cereales y las legumbres, previamente remojadas por unas horas, reduce el tiempo de cocción y además permite al proceso enzimático transformar los nutrientes complejos en otros más simples, para ser mejor absorbidos por el organismo.

Recordemos aquí que hay tres clases de enzimas:
  1. Los enzimas metabólicos - que mantienen el cuerpo.
  2. Los enzimas digestivos - que digieren los alimentos.
  3. Los enzimas nutritivos - presentes en los alimentos crudos y que inician el proceso de digestión.
El Dr. Howell descubrió que desde el nacimiento, la capacidad de un organismo vivo para fabricar enzimas está limitada. La naturaleza utiliza los enzimas nutritivos para colaborar en la digestión, en vez de obligar a los enzimas digestivos del cuerpo a realizar todo el trabajo. De esta forma no se sobrecarga la acción del páncreas de síntesis enzimática y este puede dedicar más energía a aumentar la producción de enzimas metabólicos que aseguren el mantenimiento del cuerpo.

El profesor japonés Ykie Niwa confirma los descubrimientos del Dr. Howell: muestra que en la mayor parte de las enfermedades importantes y problemas infecciosos, en los que el sistema inmunológico se encuentra desbordado, el organismo presenta una carencia de superoxidasa dismutasa (S.O.D), que es el enzima metabólico encargado de la destrucción de los radicales libres (muy relacionados con los procesos de envejecimiento).

Los enzimas son escasos en las frutas frescas y verduras, pero importantes en las leguminosas, cereales integrales y frutos secos. Hay que recordar que el calor destruye los enzimas nutritivos a partir de los 47º. Si remojamos los cereales y las legumbres toda la noche antes de ser cocinados permitirá a los enzimas realizar su trabajo, y no perderemos sus beneficiosos efectos con la cocción.

Los enzimas nutritivos están también presentes en cantidades considerables en las semillas germinadas, los frutos secos, productos lactofermentados (encurtidos, pickles, salsa de soja shoyu, salsa de soja tamari, miso...), productos de la colmena y pan integral con levadura natural.

(Información obtenida del libro: "Nutrirse y vivir" - Martine Catani)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola,
¿Es necesario poner en agua el avena? Suelo desayunar avena y nunca la pongo en remojo. Gracias