Testimonio de José Pablo Sánchez Luque (noviembre de 2014).
Hace un poco más de un año un buen amigo, dueño de herbolario y punto de re-encuentro, me comentó que se iba a hacer un taller gratuito de cocina macrobiótica en su herbolario, de macro… ¿qué?, pregunte yo. El sabe que me gusta la cocina y la decoración de platos, pues la comida entra por ojo y si es buena y sana como descubrí después mejor.
Me picó la curiosidad y decidí acudir al taller de cocina energética y macrobiótica. Al poco de empezar la charla me pregunte ¿dónde me he metido?, cuando se empezó a hablar que el azúcar era malo y adictivo (los dulces con lo buenos que están), los harinas refinadas, etc…, y a nombrar los cereales integrales como la avena, el centeno, el trigo sarraceno, etc., los fermentos, las algas, y pretende que nos comamos esto. Me entere a medias que era la macrobiótica, a muy grandes rasgos, aun me picó más la curiosidad y me apunté al curso de introducción a la macrobiótica. Buscaba ampliar un poco más mis conocimientos y mi entusiasmo por la cocina, tanto fue así que no dude en apuntarme al curso completo. Acerté de lleno, conforme ha ido transcurriendo el curso me ha ido enamorando éste estilo de vida sana, esta filosofía de vida.
¿Quién me iba a decir a mí que los alimentos poseen energía?, ¿los tipos de cocción influyen en el estado de las personas?, ¿con los cortes podemos hacer más yin o más yang un alimento? y un largo más de etcéteras. Todo esto me ha llevado a ir evolucionando en mi forma de cocinar y no a involucionar. Ahora no puedo cocinar sin aceites de primera presión en frio, sin el vinagre de umeboshi, sin el kombu, sin el kuzu, sin el agar-agar, etc… ¿cómo me iba a imaginar esto?.
Los efectos de la macrobiótica sobre mi persona han sido bastante notables, he perdido unos 12 kilos que faltan me hacían después de dos operación de menisco para quitarle peso a las rodillas, mis alergias han mejorado casi al 90 % (junto con la ayuda de la acupuntura), me siento bastante mejor y he cambiado la forma de ver las cosas, espero seguir cambiando gracias a la macrobiótica. En mi familia también han notado los cambios en ellos mismos y se han acostumbrado muy bien a este estilo de vida saludable.
Mi sorpresa a lo largo de esta etapa de mi vida es como ha interactuado el universo y a que niveles para llegar a conocer la macrobiótica, por medio de tres personas: Juan Carlos, Mati y Raquel, gracias a todos ellos y un fuerte abrazo.
José Pablo Sánchez Luque
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